La Confederación Española de Pesca (Cepesca) mostró ayer su “preocupación” por el impacto que tiene la alta tasa de la inflación que impactará en el consumo de pescado en España, así como el impacto “brutal” que está teniendo el conflicto bélico de Ucrania y el alza del combustible en la flota española.

“La situación nos preocupa, porque todos sabemos que cuando los precios suben, una de las cosas que pasan es que se deja de comer pescado. No es solo un problema para los consumidores, sino también para la salud de los españoles”, aseguró el secretario general de Cepesca, Javier Garat, durante la presentación del Informe del Sector Pesquero Español.

El freno del consumo llega justo después de que en 2020, los hogares españoles lo elevaran, debido al confinamiento. Una año en el que, según los datos del informe, el valor total de su producción en 2020 ascendiera a los 2.043 millones de euros, lo que supone un incremento de casi un 10% respecto a los 1.840 millones de 2019.

Sin embargo, las capturas de pescado y marisco se situaron en las 787.258 toneladas en 2020, un 11,4% menos respecto a las 877.211 toneladas capturadas en 2019. Con estas cifras, España revalida un año más su liderazgo en la Unión Europea.

“Mi previsión para 2021 es que haya más capturas que en 2020 y que el valor económico también creo que será parecido o superior al de 2020”, explicó Garat.