El precio del pescado aumentó un 25 % a nivel mundial entre diciembre de 2021 y el pasado abril, una tendencia que se extiende a todo el sistema alimentario pero que resulta "muy preocupante" para la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

"Estamos muy preocupados con esto", admitió el director de Pesca y Acuicultura de la FAO, Manuel Barange, durante la presentación del informe SOFIA 2022 de la organización, en la Conferencia de los Océanos de la ONU que se realiza en Lisboa.

Este aumento del precio del pescado no es "inusual", ya que está afectando a todo el sistema alimentario, pero la FAO reconoció que pone "presión sobre los consumidores en todo el mundo".

"Es muy importante para nosotros no sólo producir de forma sostenible y equitativa, sino de forma asequible", defendió Barange, que recordó que 3.000 millones de personas, casi la mitad de la población mundial, no se puede permitir una dieta sana.

Y hay claras evidencias de que la comida acuática es una parte importante de una dieta sana, por lo que hay que "asegurar que la producción es asequible para todos". Precisamente, el creciente peso del papel de la acuicultura centra la última edición del informe SOFIA, que la FAO presentó hoy en el marco de la Conferencia de los Océanos que Naciones Unidas realiza en Lisboa, e insta a una "transformación azul" para que el sector sea más sostenible, inclusivo y equitativo.

En 2020, el crecimiento de la acuicultura, particularmente en Asia, hizo que la producción pesquera y acuícola total alcanzara un máximo histórico de 214 millones de toneladas, de los cuales 178 millones de animales acuáticos y 36 de algas.

La producción de animales acuáticos fue un 30 % más alta que la media de la década de 2000 y un 60 % más que la de 1990, impulsada en gran medida por la acuicultura.

Por ello, la FAO llama a aprovechar este sector pero de la forma más sostenible posible, ya que su crecimiento es "vital" para acabar con el hambre.

"Necesitamos una transformación más profunda del sector", dijo durante la presentación del informe el director de Pescas y Acuicultura de la FAO, Manuel Barange.

Barange pidió expandir e intensificar la acuicultura sostenible, asegurar que todas las pesquerías están bajo una gestión adecuada y mejorar y desarrollar cadenas de valor acuáticas.

"Si hacemos esto de forma apropiada, creemos que el consumo de la comida acuática seguirá creciendo", aseguró.

Puso ejemplos: en Estados Unidos el 92 % de las poblaciones están bajo gestión sostenible; en Nueva Zelanda y Australia, el 85 % y el 86 %, respectivamente.

"Incluso aquí, en Portugal y en la costa norte de España", el 86 % está bajo gestión sostenible, añadió.

El consumo aumenta sin pausa

El consumo mundial de alimentos acuáticos, sin incluir las algas, ha aumentado a un ritmo medio anual del 3 % desde 1961, casi dos veces más que el crecimiento anual de la población mundial.

El informe también recoge que los alimentos acuáticos representaron cerca del 17 % de las proteínas de origen animal consumidas en 2019, porcentaje que ascendió al 23 % en los países de ingresos medianos bajos y a más del 50 % en partes de Asia y África.

China siguió siendo el principal productor pesquero, seguido de Indonesia, Perú, Rusia, Estados Unidos de América, India y Vietnam.

En los dos últimos años, la acuicultura ha crecido más rápido que la pesca de captura, afectada por el coronavirus, y se prevé que seguirá el mismo camino durante el próximo decenio.