El cambio climático sigue transformando la vida tal y como la conocemos. El pez volador, una especie propia del sur, ha surcado Galicia con el inicio del verano atraído por el calentamiento de nuestras aguas. Su aparición esta vez ha sido en la isla de A Toxa, donde una pareja de pescadores capturó atónita sus características alas.

"Es lo más raro que he visto desde que pesco", cuenta a FARO Antón Padín, pescador que inmortalizó el viaje submarino del pez volador por el archipiélago grovense mientras faenaba con su pareja, Marta Magariños, a las 2.00 horas de la madrugada de este domingo. El año pasado, saltaron a la prensa dos ejemplares similares, uno a finales de mayo en la ría ferrolana y otro en plena época estival también en las Rías Baixas.

El cambio climático no es un fenómeno reciente. Los indiscutibles y visibles efectos de esta mudanza del clima se vienen observando desde mediados del siglo XX, según precisa la NASA. "Desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor" de esta, "debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas", abunda Naciones Unidas.

Estos animales, devotos de puntos lumínicos, pueden llegar a alcanzar los 60 km/h bajo agua cuando están próximos a despegar y se han llegado a captar algunos que prolongan su vuelo, con varios planeos, a lo largo de hasta 400 metros, según estudios.

Una especie acostumbrada al sur

La presencia de este animal en Galicia es realmente inusual, pues se trata de una especie que vive cómoda en aguas cálidas, propias del sur. El calentamiento global provocado por la descontrolada contaminación en el planeta ha elevado en los últimos años la temperatura de los mares gallegos, por lo que el pez volador encuentra cada vez más favorable el hábitat marino de nuestra comunidad. "Se pueden ver dentro de las rías de manera ocasional, sobre todo en primavera-verano", explica a FARO el biólogo del Grupo de Estudo do Medio Mariño (GEMM) Rafael Bañón.

"Su aparición es cada vez más frecuente debido al calentamiento de las aguas"

Rafael Bañón - Biólogo del GEMM

La primera vez que se dató la existencia de este pez en las rías autóctonas fue en 1936. En este caso, se trató de una especie de la que jamás ha vuelto a haber rastro, la cheilopogon pinnatibarbatus. Sin embargo, la especie protagonista actualmente en nuestros dominios es otra, la cheilopogon heterurrus, citada por primera vez en 1983 por Solórzano y colaboradores, aunque ha sido en los últimos tres-cuatro años cuando sus visitas se han proliferado: "Su aparición es cada vez más frecuente debido al calentamiento de las aguas", expone el especialista vigués, quien ha examinado unos cuatro ejemplares en su carrera.

La incógnita ahora radica en destripar si los peces voladores observados en Galicia viajan desde el sur "o se reproducen aquí"

La incógnita ahora radica en destripar si los peces voladores observados en Galicia viajan desde el sur "o se reproducen aquí", abunda Bañón. También se desconoce por qué suelen nadar solos cuando su naturaleza les suele empujar a vivir en comunidad.