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Ángel González | Nuevo presidente del Consejo Asesor Internacional de Cefalópodos (CIAC)

“La sociedad necesita fuentes de alimentación alternativas y sostenibles”

El científico vigués, jefe del grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC, es el primer español que llega al cargo

Ángel González . // CSIC

El Consejo Asesor Internacional de Cefalópodos (CIAC) reúne a más de 600 investigadores de todo el mundo y, desde su creación en 1983, nunca había sido presidido por un español. El vigués Ángel González, líder del grupo Ecobiomar del Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC, será el primero en acceder al cargo durante los próximos tres años tras ser elegido frente a los otros tres candidatos.

–¿Cómo ha recibido este nombramiento?

–Es un orgullo porque tú no te postulas, es el comité ejecutivo el que te propone. El CIAC reúne a toda la gente que investigamos en temas relacionados con los cefalópodos y anteriormente hubo presidentes y presidentas de Inglaterra, Francia, Canadá, EE UU o Taiwán, pero ningún latino, lo cual es una alegría. Durante estos tres años fui secretario ejecutivo y ahora he sido elegido presidente. Lo primero que vamos a hacer es definir la estrategia de investigación e incorporar a científicos de universidades muy prestigiosas como Harvard que se dedican a nuevas líneas, sobre todo, en fisiología y genómica. También seguiremos asesorando en temas de pesquería y ecología y prepararemos el próximo congreso, que será en Okinawa, así como participaciones en comités y conferencias. Serán tres años intensos pero apasionantes.

–¿Han pesado en esta elección tanto su trayectoria como los estudios pioneros sobre el pulpo en el medio salvaje que desarrolla el IIM-CSIC?

–Influye todo, tanto la trayectoria profesional como los trabajos que hemos hecho en nuestra área de investigación, que viene desde los años 80 con Ángel Guerra, hasta ahora. También se valora nuestra trayectoria dentro de CIAC y la potencialidad de poder darle un impulso.

–¿Cuál es la labor de CIAC?

–Somos un organismo consultivo y generador de ideas e interactuaciones para proyectos. Tenemos un nodo de comunicación muy importante donde se ven todas las tendencias y se buscan socios.

–¿Su presidencia dará más visibilidad a los estudios que se hacen en Vigo?

–Nuestros estudios se han tenido muy en cuenta. Trabajamos en temas muy en boga actualmente como son el cultivo del pulpo o la ecología trófica y la dieta, donde hemos sido pioneros. Pero como presidente hay que gestionar lo que se está haciendo en el mundo y dar visibilidad a todos los trabajos. Y, sobre todo, a las nuevas generaciones que son los que van a mantener y potenciar estos temas.

–¿Hay interés por este ámbito teniendo en cuenta la evolución de los últimos años?

–Muchísimo. En cefalópodos siempre hemos trabajado en ecología, pesquerías, fisiología... pero las nuevas herramientas genéticas y de secuenciación masiva o el modelaje computacional están permitiendo hacer cosas maravillosas. Los cefalópodos son animales inteligentes y con capacidad de aprendizaje y, desde el punto de vista de la fisiología, son muy interesantes. Hay un campo nuevo realmente impresionante y cada vez hay más gente interesada en estos animales.

–Precisamente esa capacidad está generando mucha polémica en torno a la investigación con pulpos y su cultivo.

–El debate es lógico, pero hay que saber hacia dónde vamos. Los científicos somos los primeros interesados en que no haya sufrimiento animal, pero de la acuicultura también depende el bienestar de muchos miles de personas. Si se ponen impedimentos al cultivo del pulpo, ¿por qué no al de los peces? Estos debates se han dado y se darán y son muy enriquecedores, pero hemos avanzado mucho en su cultivo. Galicia es puntera a nivel mundial en cerrar el ciclo y para cualquier experimento debemos pasar tres comités de ética. Como investigadores, nuestra preocupación es mantener siempre el bienestar animal y buscar una transferencia a la sociedad, que necesita fuentes de alimento alternativas y sostenibles. Si no queremos sobreexplotar los recursos, la alternativa es una acuicultura planificada.

–Su grupo lidera el proyecto nacional Ecosuma, que estudia las primeras larvas salvajes capturadas en el Atlántico y hace unos meses marcó de forma pionera en el medio natural dos pulpos soltados en Cíes para conocer sus movimientos. ¿Cómo avanzan estos estudios?

–Ya hemos identificado las larvas morfológicamente y ahora vamos a empezar con las técnicas moleculares y todas las analíticas. Tenemos trabajo durante un año. Es un campo muy prometedor. Y ahora hemos marcado en Cíes con telemetría acústica otros veinte ejemplares. Es el primer experimento en cefalópodos a esta escala en el mundo y contar con un laboratorio natural maravilloso como el de Cíes es un lujo.

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