La flota de Malvinas está trabajando a contra reloj. El próximo día 30, los buques desplazados al archipiélago bajo dominio de la Corona británica completarán la primera campaña del año de calamar Loligo y las armadoras se verán obligadas a pagar el arancel impuesto tras la resolución del Brexit para su envío a Vigo. El contingente libre de esta carga acordado el pasado año, de 75.000 toneladas, quedó infrautilizado al dedicarse exclusivamente a la transformación. Por eso, las empresas están intensificando sus contactos con la Administración (Aduanas, principalmente) para lograr un cambio en el reglamento que posibilite su uso. “Estamos buscando qué formulas se pueden admitir como transformación”, reconocen fuentes del sector consultadas, que apuntan a procesos como la “hidratación”. “Se están evaluando distintas fórmulas presentadas por las empresas para obtener el visto bueno de la Comisión Europea”, añaden.
El pasado año España y la flota que faena en Malvinas lograron la modificación de la normativa que regula los contingentes arancelarios (ATQ, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea. El texto acordado incluía por vez primera el calamar Loligo, que se pesca en las islas del Atlántico sudoeste, en una cantidad que prácticamente podría cubrir las capturas anuales realizadas por los 16 grandes buques que participan en la pesquería. Eran 75.000 toneladas, por lo que apuntaba a que se podría esquivar el tarifazo del Brexit.
Solo se empleó un 2% del contingente en 2021
Sin embargo, tal y como publicó FARO, el escepticismo inicial de la flota ante la normativa adoptada se confirmó a final de año: la restricción de un uso enfocado a la transformación industrial produjo que del total libre de arancel solo se pudiese emplear un 2%, menos de 1.500 toneladas.
“El primer paso fue conseguir el contingente”, comentan fuentes de los armadores, “y ahora estamos trabajando con la Administración, sobre todo Aduanas, para acreditar qué es transformación”. En concreto, las armadoras trabajan en incluir la hidratación como transformación, “lo que ampliaría mucho” el uso de las 75.000 toneladas disponibles.
43.600 toneladas
La flota que faena en Malvinas se encuentra en la recta final de la primera campaña del año, que va con muy buenas capturas. Hasta el martes pasado, el total de calamar capturado era de 43.600 toneladas.
Y es que casi un año y cuatro meses después de que Reino Unido (y sus territorios de ultramar) dejase de formar parte de la UE, el problema arancelario sigue golpeando al sector pesquero que trabaja en Malvinas. Así lo reconocen también los políticos isleños, ya que incluso dejaron de exportar al mercado comunitario algunos productos, como la carne. “En lo que respecta al Brexit, tal y como están las cosas, no hay beneficios evidentes para Malvinas. Sin embargo, hay una serie de desafíos”, explica el representante del Gobierno isleño ante el Reino Unido y Europa, Richard Hyslop, que avanzó que están “explorando un amplio abanico de opciones” para ver “cómo eliminar estos aranceles”.
Trabajo
Estas negociaciones para cambiar el reglamento de los ATQ coinciden en el tiempo con la resolución final del proceso de malvinización de las joint ventures formadas entre las empresas isleñas y las armadoras gallegas, por las que el accionariado pasará a estar bajo control de las primeras (con un mínimo del 51%) a cambio de una renovación de las licencias de pesca hasta 2046 (en lugar de hasta 2031, como las actuales). Las firmas presentarán sus propuestas en las próximas semanas y esperan una respuesta sobre la resolución durante el verano.