La ONU declaró ayer que necesita urgentemente 80 millones de dólares (casi 74 millones de euros al cambio actual) para descargar alrededor de un millón de barriles de petróleo que se encuentran a bordo del petrolero Safer, abandonado desde hace años frente a las costas del Yemen y que amenaza con provocar un desastre “inminente”.

Tras años de negociaciones, Naciones Unidas cerró en los últimos meses un acuerdo con el Gobierno yemení y con los rebeldes hutíes que controlan parte del país para retirar el crudo ante el importante riesgo de un vertido, dado el mal estado del buque, construido hace 45 años.

“Hay un riesgo inminente de vertido de una enorme cantidad de petróleo a causa de fugas o una explosión”, apuntó ayer el coordinador humanitario de Naciones Unidas en el Yemen, David Gressly,.

Gressly instó a los países de todo el mundo a facilitar cuanto antes fondos que permitan la complicada operación para descargar el petróleo a principios de junio. Gressly advirtió que retrasar el inicio de los trabajos supondría mantener activa una “bomba de relojería” que amenaza con desencadenar un desastre medioambiental en el mar Rojo.