TRAGEDIA EN TERRANOVA

Llegan a Galicia los supervivientes y víctimas del 'Villa de Pitanxo'

Los tres marineros que lograron salir con vida descansan ya en sus casas - Las familias dan "un voto de confianza" sobre la reanudación de la búsqueda

R. V.

Santiago de Compostela

Los supervivientes del Villa de Pitanxo, el arrastrero congelador de Marín hundido el pasado martes en aguas canadienses, ya pueden descansar desde esta medianoche en sus casas, tras viajar desde San Juan de Terranova en un Airbus A400 que llegó a medianoche a Santiago y después de días a bordo del barco de rescate y en un hotel. El avión del Ejército del Aire trajo a las tres únicas personas que sobrevivieron a la tragedia marítima, el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el ghanés Samuel Kwesi, e hizo su aterrizaje a las doce en punto en el aeródromo militar, que está situado junto al aeropuerto compostelano.

Los familiares de los 12 desaparecidos tras el hundimiento de ese arrastrero congelador de 50 metros de eslora pudieron reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, media hora antes de que esta aeronave completase esa vuelta a casa. En ese encuentro estuvieron, además, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz; el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones; la conselleira de Mar, Rosa Quintana, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ya había tenido una reunión previa con ellos.

Juan Padín, patrón del Villa de Pitanxo; su sobrino Eduardo Rial y el marinero ghanés Samuel Kwesi, los únicos pescadores que sobrevivieron al hundimiento del malogrado arrastrero en la zona de los grandes bancos de Terranova, aterrizaron en Compostela "abatidos".

Así fueron recibidos los marineros del "Villa de Pitanxo" tras aterrizar en Galicia

Agencia ATLAS

Exhaustos

Con ropa de abrigo y una mochila sobre la espalda de cada uno, los tres fueron saludados pasada la medianoche por el presidente del Gobierno. Y, de manera individual, han mantenido charlas con el dirigente, muy breves, porque como han contado allegados suyos a Efe todos se encuentran exhaustos.

Ellos, Juan, Edu y Samuel, han bregado con éxito, pues pusieron a salvo sus vidas, contra la adversidad; contra un fallo en el motor principal y el embate del mar, pero su hazaña no han podido replicarla otros y han perdido a 21 compañeros. Saben que el mar ha devuelto los cuerpos de nueve de los suyos. Y que ahora les faltan doce.

Cinco de los cadáveres han sido transportados en el mismo Airbus A400 del Ejército del Aire que salió de Canadá y aterrizó a medianoche en Santiago de Compostela, en un vuelo directo. El recibimiento en el aeródromo militar, que está situado junto al aeropuerto compostelano, no ha sido abierto a la prensa. Con carácter posterior se ha divulgado material gráfico.

En el exterior de ese hangar, en las dos rotondas más cercanas, sí ha habido hileras de fotógrafos, de cámaras de televisión, y decenas de redactores, tanto de medios españoles como lusos. Pedro Sánchez acompañó unos pasos, hasta subirse a sus vehículos, en esta gélida madrugada del 22 de febrero, a las personas que a buen seguro estos días habrán de contar con todo el detalle que puedan qué ocurrió en los caladeros de NAFO para que el océano engullese un barco de gran envergadura en cuestión de unos minutos y sin apenas margen de reacción.

Las escenas más terribles se han producido en Lavacolla pasada la una de la madrugada, con la bajada de los féretros de cinco de los marineros del buque, cuatro españoles y un ghanés. Las autoridades españolas no han dado a conocer de forma pública la identidad de los pescadores fallecidos que por vía aérea han sido trasladados a España. Cuatro pescadores peruanos que pasaron por el proceso de reconocimiento han sido repatriados directamente a su país.

Voto de confianza de las familias de los desaparecidos

Las familias de los 12 marineros desaparecidos tras el naufragio han acordado dar un "voto de confianza" al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero harán de vigías para cerciorarse de que, como piden, se retome el rastreo.

María José de Pazo, que ejerce de portavoz, ha contado a la prensa que lo que han decidido es concederle "un tiempo" en el que estarán "vigilantes", como ha remarcado tras el encuentro nocturno de todos ellos con el jefe del Ejecutivo en el aeropuerto de Santiago, antes del aterrizaje del Airbus A400 con los tres supervivientes y cinco de los nueve cuerpos recuperados. "No nos dio un plazo concreto" para retomar esas tareas de localización, ha añadido De Pazo, hija del jefe de máquinas Francisco de Pazo, el más veterano de la dotación de esa embarcación que capturaba fletán.

Los parientes de los pescadores que faltan han contado a Sánchez que no ven ningún tipo de acción, a lo que él, según María José, les ha respondido que sí "se hace todo lo posible", pero que es un "trabajo arduo". Sánchez ha dado el pésame a cada uno, individualmente, y ha escuchado todo lo que tenían que decirle, según este testimonio.

Christian, hijo de Fernando González, marinero de Moaña (Pontevedra) desaparecido, ha sido el otro representante que ha hablado con los medios, y él se ha mostrado más dubitativo, pues ha salido con la sensación de "ya veremos" lo que pasa. "Vamos a dar un voto de confianza, pero necesitamos hechos tangibles", ha remarcado.

Los familiares de los pescadores fallecidos, que son nueve, arroparon todo el tiempo a María José, Christian y a los demás, en suma, a los que no pueden avanzar en su duelo porque les falta el cuerpo de los suyos. "Es una noche muy dura para ellos y nos han apoyado", ha revelado María José, que ha indicado que incluso se desplazó la familia de Huelva que perdió a Juan Antonio Cordero.

Los parientes de los desaparecidos han podido trasladar a Sánchez propuestas concretas, como que se pida a NAFO que todos los barcos que pescan o transitan por esas aguas "se pongan una alarma de avistamiento", o que se solicite al servicio de salvamento canadiense que salgan sus aeronaves en modo de reconocimiento en las aguas NAFO. Aparte, han reclamado una reunión urgente esta semana con el director general de la Marina Mercante por ser el responsable del salvamento marítimo y el que coordina "todo lo relativo al naufragio, de España con Canadá". Además, han demandado enviar a la isla de Terranova medios españoles para la reactivación de las tareas de localización, tales como las fragatas F-100 o los barcos "supplier", que portan vehículos teledirigidos submarinos con un grado de profundidad de tres mil metros, lo que les permite, han relatado, llevar a cabo operaciones en una amplia gama de honduras y condiciones ambientales.

El Villa de Pitanxo, propiedad de Pesquería Nores, perteneciente a la cooperativa de armadores de Vigo (ARVI), se hundió a 450 kilómetros al sureste de la isla canadiense de Terranova, tal y como registró la baliza.

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