El Airbus A 400 del Ejército del Aire llegó ayer al Aeropuerto Internacional de San Juan de Terranova, procedente de la base militar de Zaragoza, para proceder a la repatriación de los tres únicos supervivientes del naufragio del Villa de Pitanxo (Juan Padín, Eduardo Rial y Samuel Kwesi), así como de cinco de los nueve cadáveres recuperados en el lugar del accidente. Los otros cuatro fallecidos serán trasladados a Perú. “Él siempre dijo que quería que lo enterrasen allá”, recuerda Luisi Motta, presidenta de Madres Latinas, en relación a William Arévalo Pérez. La comunidad peruana ha reclamado ayuda no solo para sufragar los sepelios en este país –hay varias campañas en marcha en redes sociales–, sino para que puedan viajar a España los familiares de los desaparecidos. Doce de los tripulantes del pesquero, hundido a unas 250 millas de Terranova, no han aparecido.

Está previsto que la aeronave del Ejército del Aire aterrice en el aeropuerto de Santiago sobre las seis de la tarde. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estará al frente de la comitiva institucional. Antes se reunirá con familiares de los marineros del Pitanxo. Su reivindicación es clara: retomar, con medios del Estado, los trabajos de búsqueda de los desaparecidos. El operativo de rescate, coordinado desde el Centro de Coordinación de Rescate de Halifax –depende de las fuerzas armadas canadienses– se dio por concluido después de 37 horas. Dada la maniobra que estaba realizando el pesquero, la virada del aparejo, la mayor parte de los tripulantes se encontraba dentro. Había ocho marineros en cubierta, con el patrón y el primer oficial en el puente (de mando). A esa hora (poco después de medianoche, hora local en el Gran Banco de Terranova) y con esa maniobra en marcha, había personal en camarotes, la bodega y el cuarto de máquinas. El Villa de Pitanxo yace ahora a unos 1.000 metros de profundidad.

No existen precedentes, hasta la fecha, de un operativo de búsqueda que se hubiese retomado días después del siniestro. El barco de Grupo Nores se hundió fuera de aguas territoriales canadienses, motivo por el que su agencia de investigación TSB (Transportation Safety Board) no investigará el siniestro, y el dispositivo desplegado ya superó las 23 horas fijadas por Canadá para estas situaciones. Consideran allí que no hay opciones, y que sería un esfuerzo en vano. En segunda instancia está la meteorología. De acuerdo a las estimaciones que maneja el sistema europeo Copernicus (CAMS, por sus siglas en inglés), en la zona del naufragio se alcanzarán rachas de viento de 50 nudos esta semana, con olas de cinco metros y temperaturas de entre -5 y 6 grados.

Sánchez se ha comprometido a retomar los trabajos de búsqueda. Ahora bien, no existe, de momento, ningún medio adscrito para esta tarea, ni en España ni en Canadá, como pudo constatar FARO.

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Llegan al hotel los supervivientes del 'Villa de Pitanxo' RTVE / Paul Daly (EP)

Los supervivientes, “extenuados, pero continúan en shock”

Los tres únicos supervivientes del naufragio del arrastrero gallego Villa de Pitanxo están “extenuados, pero bien”, tras haber descansado en un hotel de Terranova, aunque es mejor su salud física que la psíquica.

“Están bien, pero siguen en shock”, ha contado a Efe Sara Prieto, pareja de Eduardo Rial, uno de los 24 marineros que puede contar la tragedia, junto al tío de él, Juan Padín (ambos son de Cangas do Morrazo), y al marinense Samuel Kwesi, nacido en Ghana.