“Siguen con nosotros y están bien de salud; ahora estamos buscando y viendo cómo podemos hacer para llevarlos a tierra”. El que habla es el capitán del buque cangués que rescató a los únicos tres tripulantes vivos en la tragedia del Villa de Pitanxo en aguas de NAFO. Dedse Terranova, donde hasta ayer por la tarde seguía participando en el operativo de búsqueda de los 12 desaparecidos, Ramón Porto explica a FARO a bordo del Playa Menduiña Dos que tanto Juan Padín como Eduardo Rial y Samuel Kwesi, el último identificado de los tres rescatados, “están muy preocupados por sus compañeros”.
Padín, que casi sin fuerzas logró comunicar a sus familiares que estaba bien y que no se preocupasen, apenas pudo pronunciarse sobre el accidente. “No sabe qué pasó, está en shock”, comenta brevemente Porto, que reconoce que su tripulación está “un poco tocada” tras el rescate de la balsa en la que además de los tres tripulantes con vida había cuatro de los nueve fallecidos. Los otros cinco cuerpos fueron localizados más tarde en el operativo que peinó la zona.
Porto lleva 30 años trabajando en el caladero de NAFO. En esta marea llevaba un mes en el mar cuando fue avisado por Salvamento para acudir al auxilio del Villa de Pitanxo, cuya radiobaliza saltó pasadas las 5 de la madrugada del martes a 250 millas de tierra, de Canadá. Al llegar a la zona, localizaron entre dos balsas salvavidas: una, vacía; la otra, con siete personas, cuatro ya fallecidas.
Sobre los tres supervivientes, el capitán explica que “no necesitaron casi asistencia” porque solo mostraban “algunos signos de hipotermia” al haber permanecido a la intemperie de noche. Tras atenderlos y lograr que entrasen en calor, siguieron buscando.
Preguntado por el estado de los tres rescatados, Porto confirma que “están bien de salud”, aunque en shock por lo sucedido. De hecho, el propio capitán del Villa de Pitanxo, Juan Padín, “no sabe qué pasó” para que el arrastrero de Grupo Nores naufragase. Las primeras hipótesis apuntaban a una pérdida de estabilidad durante la subida del aparejo.
El patrón, también cangués, quiso aclarar que los tripulantes todavía están en su barco. De hecho, ayer su prioridad seguía siendo la de continuar la búsqueda en la que participaban hasta un total de diez unidades, dos de ellas aéreas. Así era al menos hasta que los guardacostas canadienses les avisaron de la suspensión del operativo, momento en el que se dirigieron a St. John’s.