Ninguno de los 24 marineros que viajaban a bordo del Villa de Pitanxo sabía lo que les iba a pasar en la madrugada de este martes a 250 millas de la costa de Terranova. Aunque, a medida que se iba acercando el momento del naufragio, las familias sí que dicen haber recibido mensajes pesimistas en cuanto a la situación meteorológica. "En este barco se faenaba en condiciones extremas. Cuando todos capeaban, ellos se lanzaban adentro", explica uno de los familiares cercanos de Daniel y Diego More. Varias familias de los marineros de ascendencia peruana asentados en Vigo han facilitado a FARO algunas de las últimas fotos que les llegaron desde alta mar. "Las harían en los pocos ratos libres que tenían. Según lo que nos decían, sus jornadas de trabajo eran eternas", lamenta Marluz Esquivel, esposa de Edwin Córdoba.

Tras reunirse esta mañana con representantes de la Consulado General del Perú en Barcelona y de la Embajada Peruana, reconocen estar un poco más protegidos por la Administración. Pero no la española, si no la peruana. Como ya adelanto este periódico, sendas familias critican la ausencia de comunicación por parte de la Xunta de Galicia y el Gobierno de España. "Sabemos que la situación es muy compleja, pero necesitamos ayuda en muchas cosas. Tenemos familiares que quieren venir desde Perú y no pueden", lamenta Pablo More. Muchos de ellos se han visto de frente con una burocracia que no está dotada de los recursos necesarios para hacer frente a este tipo de urgencias. De hecho, las citas para conseguir los pasaportes se las están ofreciendo para mediados de marzo. En cualquier caso, los representantes gubernamentales del Gobierno peruano les han dicho que trabajarán para que esos procesos se aceleren y les ofrecerán ayuda en los procesos de repatriación.