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Pesca se compromete a repartir los cupos para que la flota pueda vender el marrajo

La medida permitirá al palangre volver a pescar el tiburón | “Ahora esperamos los hechos; la flota está muy quemada”, dice el sector | Solo en fresco, las lonjas venden 50.000 kilos

Un marrajo siendoizado a la cubierta de un palangrerogallego.

El del tiburón marrajo dientuso (Isurus oxyrinchus) es el cuento de nunca acabar para la flota gallega de palangre. Tras años de problemas por la presión realizada desde la propia Comisión Europea y, sobre todo, desde organizaciones conservacionistas, los buques tienen problemas para pescar el escualo e incluso para poder venderlo pese a ser legal. Lo que no se esperaba el sector es que los problemas llegasen también desde su propio Gobierno. Tras los múltiples problemas del año pasado, este año la flota comenzó sin poder capturar marrajo por una “descoordinación interministerial” , como denunciaron las principales organizaciones de la industria en un comunicado conjunto a comienzos de semana. Ahora, tras una reunión celebrada entre los representantes del palangre y la Administración, la Secretaría General de Pesca se ha comprometido a solventar el problema la próxima semana, repartiendo los topes por los cuales se podrá comercializar la especie. “Ahora esperamos los hechos; la flota está muy quemada”, lamenta el sector.

El marrajo fue incluido en agosto de 2019 en Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), lo que limitaba la comercialización de la especie y establecía trabas burocráticas en aras de estudios científicos que aseguraban una “sobrepesca” y “una tendencia mundial decreciente” de la presencia del tiburón en los caladeros. La decisión, aprobada por los países miembros y presentada por México, salió adelante pese a no ser avalada ni por la FAO ni por la propia Secretaría del CITES.

El palangre alertó entonces de que se vendrían problemas. Y así fue. En su primer año en vigor, 2020, la descoordinación entre los ministerios de Pesca, Transición Ecológica y Comercio paralizó cargamentos enteros y provocó pérdidas al sector. La misma historia se repitió el pasado curso, tal y como recordaban en su escrito las asociaciones Opnapa (Vigo), Orpagu (A Guarda), Opromar (Marín) y la OPP-07 (Burela).

En concreto, la flota denunciaba que desde el pasado 1 de enero deberían estar vigentes los llamados “cupos Cites 2022”, es decir, el nivel de referencia que de las cantidades de marrajo que se van a certificar para cada zona de pesca. Exigían una “solución inmediata”, lo que motivó la cita del pasado jueves.

“Se comprometieron a que en los próximos días se abrirán los cupos Cites, lo que tenían que haber hecho a principios de año”, explican fuentes del sector conocedoras de la reunión telemática. Con ello reconocen que “no se arreglaría el problema”, pero por lo menos “permitirá que los barcos puedan empezar a pescar marrajo”. De hecho, las organizaciones recordaban en su escrito que lo que estaba sucediendo es que el resto de flotas, menos la española, podían pescar marrajo.

El dientuso es uno de los dos tiburones (junto a la tintorera) que captura la flota palangrera española, la más numerosa de la Unión Europea. Solo en fresco, las lonjas de la comunidad gallega vendieron un total de 50.000 kilos de esta especie el pasado año por un valor de 200.000 euros. La mayoría llega a Vigo vía contenedor para su posterior exportación. En este sentido el palangre de superficie alertaba de pérdidas de más de dos millones de euros si la situación no se soluciona.

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