La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, rechaza el “temor” a la eólica marina, al ser preguntada por el rechazo de pescadores del Cantábrico. No obstante, apela a hablar con los “actores” implicados, entre ellos las cofradías.

Después de que la plataforma constituida en defensa del sector pesquero del cantábrico Noroeste hayan exigido a las administraciones una mesa de diálogo para frenar los mismos, y preguntada por sus demandas, la ministra incidió ayer en la exposición pública de los planes de ordenación de los espacios marinos, de los que se están analizando las alegaciones.

“Es importante trabajar en el terreno con cada uno de los actores, incluido las cofradías, y ver las dificultades a resolver, temores que se pueden paliar y que no se corresponden a la realidad”, expuso. En el caso de la eólica marina en el Cantábrico, apuntó que “deberá ser muy probablemente flotante”. “No son estructuras fijas se podrán desplazar”, ha argumentado.