El cambio climático y el calentamiento de los mares “supone una amenaza para el suministro mundial de pescado”. Así lo recoge el informe “Smaller fish species in a warm and oxygen-poor Humboldt Current system” publicado el pasado 6 de enero en la revista Science. Basaron el trabajo en la anchoa, una especie de importante valor comercial. La última costera estuvo marcada por la abundancia, la calidad y la regularidad de las capturas. Tanto es así que las flotas del País Vasco y Cantabria dedicadas a esta pesquería replegaron velas allá por abril de 2020 en sus aguas provinciales a la vista de que es el único lugar del Cantábrico donde hay probabilidad alta de llenar las redes con ejemplares de buen tamaño, los que más dinero reportan una vez puestos a la venta. Pero este fenómeno podría tener los días contados. En el informe de Science se da cuenta de que de perderse su población podría ser reemplazada por peces más pequeños y menos nutritivos.

“Reconstruimos la comunidad de peces y las condiciones oceanográficas del período cálido global más reciente (último interglaciar; 130 a 116 mil años antes del presente) utilizando sedimentos del sistema de la corriente de Humboldt del norte de la costa de Perú, un punto caliente de productividad de peces pelágicos pequeños. En contraste con el estado actual dominado por la anchoa, el último interglaciar se caracterizó por peces considerablemente más pequeños (mesopelágicos y góbidos) y una abundancia muy baja de anchoas. Estas especies de peces pequeños son más difíciles de capturar y son menos apetecibles que las anchoas, lo que indica que nuestro mundo, que se está calentando rápidamente, supone una amenaza para el suministro mundial de pescado”, reza el informe que firman once expertos, entre ellos Renato Salvatteci, biólogo pesquero del Center for Ocean and Society, de la Universidad de Kiel, en Alemania.

Que la anchoa se está desplazando cada vez más al Norte en busca de aguas frías debido al cambio climático no coge de sorpresa a los investigadores. Según un estudio de la Universidad de Wageningen (Holanda), con el que colaboró ya en 2013 el Instituto Español de Oceanografía (IEO), el calentamiento del agua ha incrementado la población de anchoa en el mar del Norte, una zona fuera de su hábitat natural, el Golfo de Vizcaya. Ahora los científicos advierten de que la anchoa podría ser reemplazada por peces más pequeños, lo que supondría, dicen, un “grave problema” para el sector pesquero.

Al hilo de esto, los pescadores cantábricos solicitaron hace un año al Ministerio de Pesca la prohibición de pesca de anchoa en las aguas comprendidas entre Santander y Fuenterrabía (Vizcaya), habida cuenta de que el pequeño tamaño de las capturas en esa zona no compensa económicamente y, además, no sirve para abastecer a la industria conservera de la anchoa, que necesita piezas grandes por las que paga precios sustancialmente más altos.