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Lo “gourmet” se saborea en Navidad

Lo “gourmet” se saborea en Navida

Como es costumbre, el consumo de alimentación se dispara en Navidad. Aunque esta trayectoria empieza a marcarse los meses previos. Productos gourmets, de la conserva al aceite, protagonizan el detalle de las cestas propias de estas fechas. En paralelo, llenan las mesas de los copiosos banquetes durante el periodo festivo. Así es que las empresas gallegas del sector experimentan un alza en las ventas a las puertas de estas jornadas de opulencia. Una escalada que ronda el 30%, respecto a otros momentos normalizados. Así lo constatan, sin ir más lejos, desde Portomar, pues la conservera concentra el 40% de su facturación en los últimos cuatro meses del año, dice Ruy Andrade Pereira, responsable de comunicación de la empresa.

La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), suscribe tal tendencia. “Son las fechas en las que más se vende. Cada año supera al anterior, es progresivo”, señala la gerente de la organización, Juani Parada, acerca de un producto que tiene especial acogida en el canal horeca, en tiendas especializadas y distribuidores de delicatessen. Algo similar sucede con otros artículos premium. La marca de aceites Abril registra un empuje de las ventas en este segmento del 20% en el último trimestre del ejercicio y la reconocida enseña gallega de patatas fritas, Bonilla, suscribe una escalada de la facturación del 20%, asegura el responsable de márketing y ventas de la compañía, Diego García.

Ante la delicada deriva del COVID, muchas cenas de empresa, habituales del cierre de año, han quedado en suspenso. Algo que ha empujado las cestas navideñas, explica la directora de márketing de Abril, Elena Pérez. Por eso, el auge de pedidos de productos gourmet arrancó en los últimos meses del ejercicio. Todo considerando que la empresa provee de aceites también a las conserveras. “Las compañías normalmente compran en septiembre, octubre y noviembre”, suscribe la tendencia el portavoz de Portomar.

Así es que la comercialización de productos arranca meses previos al periodo festivo. “La demanda es anterior a la Navidad, en noviembre y la primera quincena de diciembre”, aclara Justo Martínez, director comercial de Albo. El incremento de las ventas, añade, ha sido sustancial este año. Sin embargo, reconoce que esta escalada podría venir propiciada por un consumo consolidado o bien debido a “cierta alarma” que alienta a la compra: el alza de los precios, el riesgo de desabastecimiento y la amenaza de huelga del transporte. “No sé hasta qué punto este año influye más esto o si es un crecimiento real”, confiesa Martínez.

El tirón del sector de la alimentación viene dado por el consumo nacional pero también por el internacional. “La previsión es alcanzar el 60% de exportaciones” sobre la cifra de negocio de Orpagu, expone Parada. Si la conserva de pez espada es su producto estrella en España, la conserva de atún de anzuelo lo es en los países del norte de Europa y las hamburguesas en el mercado estadounidense. “Intentamos, a marchas forzadas, cumplir con los pedidos. A la vez que aumentaron las ventas habituales, entraron otros clientes nuevos”, cuenta. Más codiciados en los países del sur de Europa son las conservas de marisco de Portomar, que tienen buena acogida en Italia y Portugal. “El norte de Europa es más de conservas como atún o sardinas”, constata Andrade.

La popularidad en Corea del Sur de las patatas Bonilla, convierten a este país en uno de los principales destinos de las exportaciones de la empresa. “Ya teníamos una gran presencia antes del impulso de la película Parásitos”, incide el fundador, César Bonilla. Taiwán y Australia son otros de los mercados a los que exporta, además de un emergente Japón. Italia, Francia, Reino Unido o Bélgica constituyen sus destinos “más asentados en Europa”, complementa el director de ventas. Aprovechando estas fiestas, y de la mano de la conservera Frinsa y Estrella Galicia, la empresa ha lanzado una pack regalo de Navidad.

Dado que esta festividad es cultural, otras firmas de productos gourmet no suscriben que el pico de sus exportaciones se corresponda con los últimos meses del año. Para las conservas de Albo se trata de un periodo normalizado en los mercados internacionales, sin embargo, el consumo exterior repunta en marzo. Otro ejemplo es el de Abril, cuyas exportaciones al gigante asiático se disparan al amparo del Año Nuevo chino, a finales de enero.

La planificación productiva es transversal a todas estas empresas. Bonilla, que fabrica tres toneladas de patatas fritas al día, refuerza su plantilla con un 15% de personal adicional en periodos de alto consumo: “en verano y Navidad”, matiza García. El envasado de los aceites gourmet de Abril comienza en noviembre: “es aceite fresco”, matiza Pérez. Orpagu hace una planificación previa de la producción para disponer de inventario. Otra operativa, como la de Albo, se basa en preparar en seis meses, durante la campaña del marisco en la segunda mitad del año, el stock de todo el ejercicio.

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