La conserva demostró ser primordial tras la situación de incertidumbre y pánico tras el estallido de la pandemia de COVID. Sus factorías trabajaron a tope, ganaron y produjeron más y hasta se generó empleo. Sin embargo, la crisis económica asociada a la sanitaria y la remontada que nunca llega inquieta a la industria. La patronal Anfaco insta que la Unión Europea tome medidas “inmediatas y coordinadas” para proteger el sector ante la incertidumbre derivada de las graves tensiones económicas existentes en el mercado. “Todo va siempre contra las firmas y la preocupación ahora es importante”, explica el secretario general, Juan Vieites, que alerta de la posible destrucción de empleo el próximo año si continua la situación actual. “Las empresas no pueden hacer más de lo que están haciendo”, avisa.

Al igual que le sucede a otros actores fundamentales del tejido industrial gallego, la conserva sufre el alza del costo en materiales como el acero o el aluminio, los precios de la energía en valores históricos, la logística estancada en cuellos de botella o unas materias primas revolucionadas con una progresión constante e impredecible. Sobre todo destacan situaciones como el aumento de precio en los envases de hojalata y aluminio, marcados por decisiones en China y Estados Unidos que ya se apuntaban en el mercado de materias primas a inicios de año a incrementos superiores al 40%.

“En un momento que se presuponía clave para la recuperación de la economía, incluso para la reindustrialización del tejido productivo, las planificaciones apuntan al desánimo por una falta de previsión certera. Los acuerdos comerciales se tornan más difíciles que nunca, con una continuidad en permanente duda que afecta a la seguridad del flujo de operaciones y que alude, directamente, al término desabastecimiento”, indica Vieites.

Juan Vieites. Ricardo Grobas

Desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados temen principalmente perder la cuota de mercado que ya se ve seriamente amenazada por la falta de medidas que ayuden a generar un level playing field. De hecho, recuerdan que pese a la importante producción de atún en lata, el sector provee solamente el 50% del consumo de estas conservas de atún en la UE. “Son necesarios esfuerzos, y que la palabra sostenibilidad sea aplicada a la permanencia en el tiempo de la industria comunitaria que, se recuerda, beneficia a la soberanía alimentaria”, recuerdan desde Anfaco.

Vieites cree que “de cara al próximo año” las empresas pueden “tener serios problemas” ante el aumento de los gastos de explotación, en especial con las materias primas, “que ya han subido de manera significativa”. “Tenemos contratos firmados con clientes y tendremos que abordarlos de nuevo”, resume el secretario general de la patronal.

Para Anfaco, la UE debe “prevenir una pérdida de industria y empleo difícilmente recuperable”, como consecuencia de la frágil situación en el entorno europeo de la conserva española. “Es el momento de manifestar nuestra preocupación actual, que se dirige a la misma viabilidad futura de la actividad. Debemos alertar que, como primera potencia europea, no podemos permitir perder la generación de valor añadido y empleo, y para lo cual solicitamos la sensibilidad de la Administración para que trabaje en mejorar urgentemente la situación”, sentencia Vieites.