De los 8 barcos –7 españoles y un francés– que se acogieron a operar bajo el actual acuerdo de la Unión Europea con Senegal persisten 4 al borde de claudicar. En julio de 2020, la flota cañera vasca amarró por los cambios decretados unilateralmente por Senegal que le impiden pescar. Los problemas se iniciaron tras la prohibición impuesta por Senegal que impide que la flota de cebo vivo pueda acceder a la zona donde hacía la carnada, una legislación que no respetan las flotas asiáticas