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Irlanda echa un pulso a Vigo: las descargas de pesca gallega en sus puertos, de récord

Vista aérea de Castletownbere, Irlanda Marinas

En el año 2017 la agencia irlandesa encargada de promover el desarrollo de la industria pesquera y acuícola local, la Bord Iascaigh Mhara (BIM), puso en marcha un estudio para propiciar que el grueso de las capturas en el caladero de Gran Sol se descarguen en sus puertos.

La ofensiva de Dublín para acaparar las capturas de Gran Sol en Castletownbere o Killybegs, sufragada en parte con fondos UE, se afianza | El valor de la mercancía roza los 32 millones

Que los pocos buques que todavía regresan a Vigo tras cada marea –la mayor parte de la mercancía llega a O Berbés en camión– dejen de hacerlo. Contrató a la consultora Poseidon Aquatic Resource Management, con fondos europeos, para diseñar esta hoja de ruta.

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El objetivo final pasaba no solo por arrebatar a la dársena viguesa el liderazgo europeo en este segmento, sino de quedarse las capturas para abastecer a su industria transformadora, de momento testimonial. Aquel plan va por buen camino: pese a las disrupciones de la pandemia y del escenario pre-Brexit, las descargas de pescado de buques gallegos están en niveles de récord.

Vista aérea de la localidad irlandesa de Castletownbere. Marinas

En 2020 los puertos de Castletownbere o Killybegs recibieron más de 11.400 toneladas, según la información facilitada por la Sea-Fisheries Protection Authority (SFPA). El valor de estas capturas rozó los 32 millones de euros.

Irlanda es uno de los países receptores de barcos gallegos. Es una tendencia consolidada el abanderamiento de pesqueros en Castletownbere o Bayonne (Francia) para disponer de más posibilidades de pesca, teniendo en cuenta las escasas –y discutidas– cuotas que recibe España. El Playa de Tuya (antes Celeste Jesús, ahora con bandera gala) se exportó a la isla, al igual que el Myrdoma F o el Pesca Baqueiro Tres (Dunboy). Pero estos datos de la SFPA hacen referencia a buques extranjeros, con lo que la pérdida de descargas que ha experimentado el puerto de Vigo sería mayor de esas 11.400 toneladas.

Sobre todo teniendo en cuenta el éxodo de más armadoras: en 2019, el Puenteareas Uno cambió la matrícula de Vigo por una francesa, como antes lo hizo el Argeles (ex Nuevo Nemesia), el Pepe Barreiro, Punta Vixía o Pedra Blanca II (ex Playa de Castiñeiras). Las exportaciones de pesqueros a Portugal –Pescasar, Nuevo Barca, Mar de Águeda o Polo Sul (antiguo Nuevo Ría de Aldán)– no paran de medrar.

De los 14 barcos de Gran Sol que van a descargar en Vigo la semana próxima, 10 lo harán por camión

En todo caso, la estrategia de Irlanda es transversal, y de largo plazo, para que al menos la mitad del producto sea transformado por su industria nacional. Tienen fecha para lograrlo: el año 2025. Están muy lejos de ese objetivo, como ilustran los registros del puerto pesquero de Vigo. En 2019 –última memoria disponible– la pesca fresca descargada (lonja, mercado y lonja de marisco) superó las 41.000 toneladas, con un valor próximo a los 143 millones de euros. Aun así, la previsión de actividad de los próximos días en O Berbés ilustra este cambio de realidad: de los 14 pesqueros que descargarán su mercancía en la dársena olívica en las siguientes cinco jornadas laborables, solo cuatro lo harán con el barco amarrado a puerto; las demás cajas llegarán por carretera, pese al trastorno de atravesar un país (Reino Unido) que ya no forma parte de la Unión Europea.

“Los barcos españoles (sobre todo de los puertos de Vigo y A Coruña) operan de forma similar a los de Francia. Alternan el volver a su puerto para descargar o lo hacen en Castletownbere, desde donde lo envían [el pescado] por camión a España. Debemos explorar cómo puede cambiar ese statu quo”, decía el documento preliminar que se utilizó para encargar el análisis a Poseidon. La idea de Dublín era de llevar a cabo “entrevistas” con armadores vigueses, a los que plantearían las “ventajas competitivas” de descargar la mercancía en territorio irlandés y que una lonja se encargue de su descarga y comercialización.

El esfuerzo de su Gobierno fue notable, sobre todo en infraestructuras. Para Castletownbere ha programado inversiones de 23,5 millones de euros, con la vista puesta en aumentar el muelle de atraque y la zona de descarga.

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