Cuando todo parecía apuntar a que la costera de bonito se iba a extender hasta septiembre porque la cuota era suficiente, el “pescado del verano” finalizó su temporada a principios de este mes, una de las más cortas de la historia. Los pescadores no están del todo contentos con que la temporada haya finalizado ya.

“Calculo que quedarían un total de casi 400.000 kilos sin capturar y favorecería al pescador ya que se pagaría más caro y los comercios tendrían fresco todos los días. Las autoridades tienen que organizarse mejor”, señaló el gerente de la lonja de Avilés, Ramón Álvarez, una de las que más venden de todo el Cantábrico Noroeste.