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La flota estima que solo podrá usar un 20% del cupo de calamar malvino sin arancel

El “Monteferro”, saliendo el pasado enero de Marín hacia Malvinas. | // GUSTAVO SANTOS

El Diario Oficial de la UE (UE) publicó ayer la actualización de las cuotas de importación de productos pesqueros sin arancel hasta 2023, necesario tras la desconexión de Reino Unido del bloque comunitario y tras la paralización de los acuerdos bilaterales con Noruega e Islandia. Entre los contingentes que ahora figuran aparece el calamar Loligo gahi, capturado por los barcos con base en Vigo que trabajan principalmente en aguas de Malvinas, territorio de ultramar británico que quedó fuera del acuerdo rubricado entre Londres y Bruselas a finales del pasado año. La cuantía establecida, como ya adelantó este periódico, es de 75.000 toneladas de calamar libre de arancel, lo que según la Secretaría General de Pesca “beneficiará” a la flota. Sin embargo, los armadores dudan mucho de su eficacia. Y es que el documento final confirma los temores recogidos en los borradores previos: la cantidad es aplicable sólo a la “transformación industrial” del clamar, con lo que se queda fuera tanto el producto enfocado al retail como aquel que acaba en el canal Horeca (la restauración). De hecho, fuentes del sector calculan que de la cantidad total la flota sólo podrá utilizar un 20%.

La UE retira las partidas previstas de caballa como respuesta a Noruega

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La modificación del reglamento, que tiene un efecto retroactivo desde 1 de enero de 2021, se retrasó durante las últimas semanas por la disputa pesquera que existe con Noruega. El país se autoadjudicó cuota de caballa, poniendo en riesgo la salud biológica de la especie en el atlántico noreste, y recortó de forma unilateral el cupo de bacalao de Svalbard (archipiélago situado al norte del país) que explotan los buques comunitarios.

Como respuesta, países como España pidieron dar una respuesta firme a Oslo, petición que se tradujo en comunicaciones internas se y en este reglamento. En un primer momento figuraban 15.000 toneladas de caballa para este año y 7.500 para el siguiente, retiradas en el texto final como castigo para Noruega.

Sin embargo, el cupo más importante de los ahora incorporados es el de calamar Loligo gahi. Pese a la amplia cantidad aprobada, equivalente a la media de capturas de los últimos tres años, la “letra pequeña” del texto hace que no puedan ser aprovechadas, ya que figura que el cupo solo sirve para el calamar “que se destine a una transformación”.

Si bien la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, celebró en las páginas de este medio que el problema para la flota (compuesta de 16 grandes arrastreros) estaba “solucionado” con la esta modificación del reglamento de contingentes, desde el sector entienden que esa realidad “está muy lejos” por esa especificación en el documento. “La gran mayoría del calamar se sigue vendiendo en la UE a mayoristas que abastecen al canal Horeca y lo que se va destinado al retail de gran superficie se vende en el departamento de pescadería en formato refrigerado”, apuntan desde el sector. “Esperamos que pueda haber nuevas oportunidades de revisar la definición del destino del contingente”, señalan las mismas fuentes.

Caballa

En relación a la situación de la caballa con Noruega, la portavoz del BNG en Europa, Ana Miranda, alertó de que Galicia sale perjudicada por la decisión unilateral del país nórdico y por las adoptadas después por Islandia, Feroe y Groenlandia. Miranda emplazó a la Unión Europea a que actúe y cumpla con su cometido de garantizar repartos justos de cuotas, pues “no se pueden consentir” decisiones unilaterales.

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