La flota española, principalmente la de Galicia, tendrá muy complicado aumentar sus posibilidades de pesca dentro del reparto que existe entre España y Portugal para la captura de sardina. Pese a la recuperación de la especie en aguas ibéricas y al significativo aumento de la cuota, los barcos del cerco o del xeito –flota artesanal gallega– la distribución de acuerdo a los planes de gestión negociados entre los gobiernos de ambos países sigue siendo lesivo para los intereses españoles: la flota de bandera lusa tiene el 65,5% de las posibilidades de pesca. Y, a tenor de lo que opina la Associação Nacional das Organizações de Produtores da Pesca do Cerco (Anopcerco), la negociación no estará encima de la mesa. “No, no estamos dispuestos a ceder en un derecho que es nuestro”, responde su presidente, Humberto Jorge, a preguntas de este periódico.
“No, no estamos dispuestos a ceder en un derecho que es nuestro”
Los barcos gallegos, principales actores en la pesca de la simbólica especie, quieren aumentar la participación que tiene España en la pesquería. El 35,5% de las 40.434 toneladas recomendadas por los científicos del Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES, en inglés) para este año deja a la flota de todo el país 14.354 toneladas. Tras el reparto realizado por caladeros, el del Cantábrico Noroeste (en el que se incluye las aguas gallegas) deja casi 8.400 toneladas. Solo en Galicia hay 150 barcos de cerco y del xeito existen unas 400 (si bien menos de la mitad son las que salen a capturar la especie y su cupo es muy reducido).
Desde el sector anhelan que en algún momento se pueda tocar la clave de reparto para hacer más equitativa la captura de la especie. No en vano, en todo Portugal el segmento del cerco cuenta con 144 embarcaciones con licencia (según los datos de 2020 registrados por el Ministério do Mar luso), menos que en la comunidad gallega.
Anopcerco es la asociación que los aglutina y su presidente, Humberto Jorge, tiene claro que no están por la labor de abrir la mano. “Sobre todo porque a pesar de este aumento la cuota sigue siendo insuficiente para la capacidad de nuestra flota”, explica. A su juicio, el reparto “de acuerdo con los derechos o capturas históricas en un determinado plazo temporal han prevalecido e incluso asumido un estatus de vaca sagrada en la Política Pesquera Común para todas las especies”.
Preguntada también por la posibilidad de que se dé una negociación con Portugal en los próximos meses o años para cambiar la clave de reparto, la secretaria general de Pesca española, Alicia Villauriz, recuerda que España debería ceder en otras especies. “[La división] responde a un equilibrio que conviene mantenerlo o discutirlo, pero algo tendríamos que aportar para cambiar esa clave de reparto”, comenta.
La gallega prefiere “felicitar” al sector y los científicos por la recuperación del stock de sardina antes que pensar en cambiar ese 65,5%-35,5%. “Para mí la gestión de estos tres últimos años es un ejemplo que habría que extrapolar a otras pesquerías”, comenta, Villauriz, que recuerda que la Comisión Europea “siempre estuvo receptiva” a los argumentos de España y Portugal, “pero no los compartía y quería una cantidad 0 durante muchos años”.
"Siempre está abierto y la relación con Portugal es extraordinaria"
Pese a la negativa del sector luso representado en Anopcerco, para el que la sardina es casi una cuestión de estado, y a que el actual es un reparto “de acuerdo a la historia”, Villauriz no descarta que en un futuro se pueda revertir la situación. “Todo lo demás siempre está abierto y la relación con Portugal es extraordinaria”, recuerda la responsable de Pesca dentro del Ministerio que dirige Luis Planas.
