Sonora pitada de la flota contra el nuevo reglamento de control europeo. La cita era a mediodía, en mar y en tierra, con el apoyo de mariscadores y pescadores de a pie en puertos y cofradías.
Decenas de embarcaciones de las Rías Baixas unieron sus bocinas en una nueva protesta contra la nueva normativa comunitaria que pretende instalar cámaras de videovigilancia a bordo, la geolocalización de los barcos de menos de 12 metros de eslora, o el deber de registrar digitalmente las declaraciones de capturas en las embarcaciones antes de llegar a puerto.
Los representantes del sector pesquero gallego han trasladado su rechazo a los eurodiputados que representan a Galicia en Bruselas pero mantienen un calendario de movilizaciones con la intención de echar atrás unas medidas que tacha de "ridículas, inútiles e inservibles”.