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Las lonjas ingresan 745.000 euros con 78 toneladas de navaja y longueirón

La navaja descargada se introduce en una furgoneta para su traslado.

Las lonjas gallegas ingresaron en lo que va de año 745.000 euros tras la comercialización de unas 78 toneladas de navaja, longueirón y el conocido como “longueirón vello”. Estos datos, aún provisionales, dejan claro que se trata de recursos específicos importantes para la flota, y muy especialmente para los buzos.

Como también ponen de manifiesto que Arousa se lleva la palma, ya que en sus lonjas se subastaron más de 40 toneladas de tales especies, por valor de 373.000 euros.

El porcentaje es mucho mayor si se analiza solo los sucedido con el “longueirón vello”, ya que prácticamente todo –casi siete toneladas– se subasta en Arousa, con unos ingresos de 29.000 euros.

Control de capturas de navaja en Porto Meloxo. M.M.

Por su parte, el longueirón es una especie testimonial –solo 71 kilos declarados en toda Galicia–, siendo la navaja la especie dominante, con 71 toneladas y 713.000 euros en el conjunto de la comunidad; de ellos, 34 toneladas y 343.000 euros, en Arousa.

El balance de la navaja

En este sentido, puede decirse que la mayor facturación se registró en Ribeira, con más de 128.000 euros ingresados tras la venta de casi trece toneladas de navaja, situándose a continuación, por encima de los 38.000 euros, tanto Cambados como O Grove y A Pobra, en los tres casos rondando las cuatro toneladas.

Descargas de navaja en la rampa de Porto Meloxo (O Grove). M.M.

Con facturaciones cercanas a los 33.000 euros y alrededor de tres toneladas de navaja despachadas están A Illa, Aguiño y Cabo de Cruz.

Cangas y Bueu

Lejos de Arousa hay que destacar a rulas como la de Cangas, con 15 toneladas de navaja (178.000 euros); Muros, que superó los 46.000 euros tras vender casi seis toneladas; y Bueu, con una producción similar y más de 47.000 euros en lo que va de año.

Un vigilante de la cofradía espera la llegada de los buzos para registrar sus capturas. M. Méndez

En lo referente al “longueirón vello”, oficialmente solo figuran descargas –por ahora– en Cambados, Redondela, A Illa y Vilanova, siendo casi anecdóticos los resultados en las dos primeras rulas y situándose por encima de las tres toneladas en las dos últimas, la isleña con casi 16.000 euros ingresados y la vilanovesa, con 14.000.

Como se decía al principio, los más beneficiados son los buzos, que tanto si es con suministro de aire desde superficie o en apnea, se ocupan del grueso de los planes de explotación de navaja y longueirón en Galicia.

Planes de explotación

En el caso de O Grove, los submarinistas –26 tripulantes habilitados en trece embarcaciones– desarrollan su labor durante 227 días al año en la ensenada de A Lanzada, Area da Cruz y Raeiros, así como en las playas Mexilloeira, Area Grande, Carreiro, As Pipas y Reboredo, entre otros lugares.

Un submarinista coloca sus capturas en la furgoneta que debe transportarlas a la lonja. M. Méndez

En A Illa se autoriza la extracción de los solénidos a cuarenta buzos –18 embarcaciones– que pueden moverse 230 días por zonas como Niño do Corvo, Area Secada, Punta Cabalo y Areoso; mientras que en Cambados son trece buceadores y siete lanchas que tienen 176 días para trabajar en Tragove, Tereixiñas, As Lobeiras, Galiñeiro y Rego do Alcalde.

En Vilanova son diez buzos con 247 días autorizados entre Corón y O Ariño.

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