La firma HQ Seaweed promueve un proyecto para el cultivo de algas en la ría de Vigo. La especie que se quiere cultivar es kombu dulce o de azúcar (Saccharinna latissima), que es el equivalente europeo del kelp japonés (Saccharina japonica), la especie más cultivada del mundo. El cultivo se realizaría a través de ocho líneas de 72 metros de longitud, distribuidas en cuatro hileras dobles que se ubicarían en el ámbito del polígono Redondela B y Cangas D (situado en aguas de Moaña). La iniciativa se encuentra en estos momentos en fase de evaluación de impacto ambiental simplificado, en la Consellería de Medio Ambiente, puesto que una de las zonas –la Redondela B– está ubicada en la ensenada de San Simón, incluida en la Red Natura 2000.

Las dimensiones de todo este sistema –125x100 metros en el Cangas D y 102x90 metros en el Redondela B– obligan a la empresa a solicitar la concesión sobre las dos cuadrículas contiguas al lugar solicitado. Explican que con una sola los fondeos quedarían fuera del límite del área solicitada, lo que va en contra de la normativa de viveros flotantes de Galicia.

Tal y como publicó este periódico, HQ Seaweed se trasladó de Vilaboa a Vigo para ganar capacidad y lanzar una nueva marca, Capitán Alga. Para ello recibió una ayuda del FEMP a través del GALP Vigo- A Guarda.

Salvamento Marítimo tuvo que intervenir ayer en dos rescates en tan solo cuatro horas. El primero, sobre las nueve de la mañana, fue el un marinero en Ribeira en una zona de rocas donde había quedar varado su barco. El segundo fue a las 13.00 horas con dos pescadores deportivos que necesitaron ayuda y cuyo barco se hundió en la localidad lucense de Viveiro.

Así, un marinero de A Illa de unos 40 años estaba faenando en las inmediaciones de la isla de Vionta a primera hora de la mañana en la embarcación Coral cuando un golpe de mar lo lanzó sobre las rocas del islote próximo a Sálvora, hundiendo en parte su embarcación y dejándole a él a merced de la fuerza del mar, que, en esos momentos, era muy intensa.

En las proximidades del lugar se encontraba una embarcación de Gardacostas de Galicia, la Punta Falcoeira controlando la actividad de recogida de cría de los bateeiros, y se percató de los apuros del armador isleño, rescatándolo de la furia del mar. Con una ligera hipotermia y bastante magullado, el marinero fue trasladado al puerto de Ribeira, donde le recogió una ambulancia para trasladarle a un centro sanitario de la localidad. Tras una revisión exhaustiva, el hombre fue dado de alta.

Mientras tanto, Gardacostas y varias embarcaciones de Aguiño que se encontraban faenando en la zona se afanaban por tratar de recuperar la embarcación. A esas tareas se unirían poco tiempo después una lancha de la Cofradía de A Illa y dos embarcaciones privadas que salieron de O Xufre. Consiguieron rescatarla y la trasladaron, en un primer momento, al muelle de Ribeira, para comprobar si tenía algún tipo de vía de agua que requiriese reparación urgente.