Pesca se ha puesto manos a la obra para adaptar la flota pesquera española al nuevo reglamento de control comunitario que encara la recta final de su tramitación en Bruselas. En concreto, el Ministerio que dirige Luis Planas ha lanzado una consulta pública para el proyecto de real decreto con el que pretende regular las “ayudas para la adquisición e instalación” de los equipos previstos en esta nueva norma, principalmente las cámaras a bordo, y “para la digitalización de la flota de pequeña escala a través de la adquisición de dispositivos para reportar capturas y posiciones”. Es decir, la compra e instalación de los sistemas electrónicos de monitoreo remoto (REM por sus siglas en inglés), y los diarios electrónicos de a bordo y sistemas de geolocalización para la flota de bajura, de menos de 12 metros de eslora. Para ello, sin embargo, el texto limita las ayudas a 3,9 millones de euros hasta 2023. Solo en Galicia hay registradas 4.163 embarcaciones de esa eslora o inferiores, barcos cuyos armadores realizaron un paro el pasado viernes impulsado desde las propias cofradías para protestar por estas medidas que los sitúa, a su juicio, “como unos delincuentes”.
El documento, que cuenta con 23 artículos, ya tiene en cuenta en su preámbulo que “está previsto” que se modifique el reglamento de control actual, por el que los pesqueros de menos de 12 metros tengan la “obligación de remisión de capturas por medios electrónicos” y la “posibilidad” de “llevar a bordo un dispositivo, que no es necesario instalar a bordo, y que permite ubicar e identificar automáticamente el buque mientras está en el mar” a través de “conexión satelital o cualquier otra red”. De igual forma, “está previsto un nuevo artículo por el cual los Estados miembros garantizarán el seguimiento y el control de las actividades pesqueras a través de los sistemas de seguimiento electrónico remoto”, en este caso, para barcos de 24 metros de eslora o superior que “presenten un riesgo grave de cumplimiento”.
Por estos motivos, el Ministerio plantea disponer de 3,9 millones, a repartir hasta 2023 y “con cargo 100% al Instrumento Europeo de Recuperación con tres líneas de actuación: las dos primeras para esos dos segmentos de flota y una tercera para el “apoyo al sector extractivo, comercializador, acuícola y transformador para fomentar la recuperación y modernizar el modelo productivo”. En este último caso se busca la “digitalización” del sector.
El límite establecido por Pesca en el proyecto es de “500 euros por buque” en el caso de una tablet “y un máximo de 15.000 para el REM”. En cuanto a la tercera ayuda, “la cuantía mínima será de 100.000 euros y la máxima de 300.000 euros”. En el caso de los sistemas de monitorización, se concederá en función de “prioridades de asignación”, empezando por la flota arrastrera y siguiendo por los cerqueros, palangreros, volanteros, palangreros de superficie y atuneros.
La bajura de Galicia y otras partes de España, con las federaciones de cofradías a la cabeza, ya puso el grito en el cielo por las medidas que se prevén formen parte del reglamento de control tal y como salió del Parlamento Europeo, aunque desde la Comisión Europea se apuesta por un endurecimiento de las mismas, en especial con las cámaras a bordo. El proyecto de real decreto de Pesca prevé adelantarse a estas nuevas obligaciones, previstas para dentro de cuatro años desde que entre en vigor el reglamento (según aprobó en una enmienda el Parlamento).