Ni son asesinas ni tan malas como podrían parecer por los daños provocados a veleros documentados en las últimas semanas. El grupo de orcas que tan mala fama ha ganado con sus travesías por aguas gallegas sí se muestra atraído por las embarcaciones a vela en busca de una interacción que los biólogos atribuyen a un simple juego. El problema es que este toqueteo a veces acarrea fatales consecuencias a los navegantes, así los últimos acabaron con el timón destrozado y solicitando remolque a Salvamento Martimo. Pero no siempre estos encuentros dejan los barcos a la deriva.

La excepción que confirma la regla en el listado de veleros que ha sufrido daños por este grupo de orcas la protagoniza el "Carigus II". En plena travesía desde Sada hacia Ribadeo recibió la visita de los temidos cetáceos cuando se encontraba a una milla escasa de Cabo Ortegal pasadas las cinco de la tarde de ayer martes.

Como revela el vídeo que acompaña esta información, los ocupantes de este barco con base en Santander vivieron unos minutos largos de tensión que no olvidarán en su vida. "Tengo cuatro orcas rodeándome que no paran de golpear el timón".

"Creo que tengo entero el timón"

En su comunicación con el avión de Salvamento Marítimo que estaba observando desde el aire a las orcas rodeando al velero, el patrón de este First 30 solicitaba instrucciones para que la manada desistiese de seguir embistiendo contra el casco. La conversación entre el avión y el navegante duró varios minutos. Entretanto la caña del timón no paraba de moverse bruscamente por el impacto de las orcas. "Creo que lo tengo entero", comunicaba el patrón.

Por si acaso siguió sin dudarlo las indicaciones que recibía desde el aire. "Vale, paro el motor y bajo la vela", confirmaba. Y tal vez fuera por haber actuado así, sin apenas velocidad, y sin sujetar el timón, lo que evitó males mayores al "Carigus II". Fuentes de Salvamento Marítimo confirman que finalmente el velero llegó al puerto de Ribadeo por sus propios medios.