El buque Celanova, gasero español de la firma Globalgas, permanece amarrado en Manila, Filipinas, con sus 15 tripulantes a bordo, dos de ellos gallegos. En total llevan 190 días abandonados, con varios meses de salario sin cobrar, con falta de víveres y energía y a la espera de poder ser repatriados. Y ahora, el proveedor de la garantía financiera, American Club, dejó de contestar pese a haber confirmado por escrito que "asumiría su responsabilidad de pago y repatriación", según explican desde la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, en inglés).

El gasero llegó el pasado 17 de diciembre a Filipinas y tras varios meses fondeados a varios kilómetros del puerto se les permitió acercarse. La ITF, desde Vigo con Luz Abella, se hizo cargo para intentar lograr una solución para los dos tripulantes gallegos, Patricia Viqueira y Pedro D. Esteban, y para los 13 sudamericanos que trabajan a bordo. Abella recuerda que hoy, 25 de junio, es el Día del Marino, y que los tripulantes del Celanova "celebrarán su día a oscuras pues, a no ser que se confirme la entrega de suministro en las próximas horas, el buque volverá a estar apagado, "en blackout" y la incertidumbre y el desgaste será mucho mayor".

El American Club, que había enviado algunos suministros al buque, lleva sin responder a la ITF desde que confirmó que se haría cargo de los pagos y la repatriación. "Desde la ITF se enviaron todos los documentos necesarios en nombre de la tripulación, pero sin recibir acuse de recibo ni respuesta concreta sobre las fechas de pago, la reserva de billetes y la solución definitiva", lamentan desde la Federación.

El drama para los 15 marinos continuará a no ser que haya un remedio en las próximas horas. De hecho, la ITF sigue señalando a Abanca como la responsable de un "bloqueo" a la venta del buque, que a su juicio hubiese sido la "mejor opción para la tripulación", ya que había empresas interesadas.