La pandemia de la Covid-19 ha tenido un impacto muy significativo en las distintas actividades que aglutina el sector pesquero gallego. A pesar de que ha podido mantener gran parte de su actividad como sector esencial para garantizar el suministro alimentario, se ha visto afectado por numerosas contrariedades, agravadas por el parón en la hostelería y el turismo y por el cierre de fronteras. A la importante caída de la demanda y los precios, que obligó a muchos mariscadores y marineros de bajura a parar su actividad, se sumaron otros problemas de calado, como la dificultad para mantener las medidas de seguridad recomendadas o imposibilidad de relevar tripulaciones en alta mar

Desde el comienzo de esta situación extraordinaria, Abanca, a través de su unidad especializada Abanca Mar, ha intensificado los contactos telefónicos y telemáticos con los agentes del sector para trasladarles su apoyo y conocer de primera mano sus necesidades. En base a este acompañamiento y su especialización en la cadena de valor del mar, la entidad ha diseñado ad hoc productos financieros exclusivos para dar respuesta a las demandas de cada colectivo. Entre estas soluciones destacan los productos de circulante creados para apoyar a armadores, mariscadores y productores de mejillón, que atienden la reducción de ingresos de forma rápida y competitiva.

En paralelo a la activación de estas soluciones, Abanca mantiene el impulso a la renovación de la flota. La entidad tramita financiaciones especializadas y adaptadas para cada operación, que permiten a los armadores atender las inversiones y a los astilleros recibir los cobros a medida que van avanzando en la construcción de los buques.

Coberturas y seguros

Coberturas y seguros

Abanca apoya también al sector pesquero a través de otros servicios muy necesarios en el actual escenario, como son las coberturas para precios de combustible o los seguros. La entidad ha potenciado la oferta de aseguramiento a todos los segmentos, con soluciones para atender los riesgos tanto industriales como comerciales o de ciberseguridad, entre otros.

Otra de las líneas de trabajo que está impulsando ya Abanca para acompañar a este sector en su recuperación son las líneas de financiación de las ayudas anunciadas por el Fondo Europeo y Marítimo de Pesca (ayudasFEMP para cubrir costes de almacenamiento, ceses de actividad o paliar las bajadas de precios en las capturas. Igualmente, la entidad ha reactivado líneas de comercio exterior para ayudar a las empresas en su actividad en otros mercados.

Este respaldo y acompañamiento financiero a empresas y profesionales del mar, esenciales en la cadena alimentaria, son un aval fundamental en la reactivación de un sector que será clave en la recuperación. Como proveedor financiero de referencia de toda esta cadena de valor, Abanca tiene capacidad para aumentar el flujo del crédito y ofrecer respuestas exclusivas, tal como ha demostrado en crisis anteriores que azotaron a la pesca (reconversión del naval, cierres de caladeros, bloqueo al tax lease€.).

El apoyo financiero, sumado a las fortalezas que presenta el sector pesquero gallego —liderazgo mundial en muchos segmentos, calidad de una materia prima única y necesaria, profesionalidad€—, hacen prever una pronta recuperación, un menor impacto en términos de empleo y un incremento de su contribución al PIB gallego.