Octubre de 2018. La Guardia Costera de los Estados Unidos recibe una alerta de que un mercante, el MV Alta, se encuentra a la deriva con 10 tripulantes a bordo que precisan asistencia. Cubría la ruta Grecia-Haití bajo la bandera de Tanzania. Estaba a unas 1300 millas al sureste de Bermudas con el motor dañado. Ante el agotamiento de los víveres y la imposibilidad de que el buque llegase a puerto se decide evacuar la embarcación, rescatando a toda la tripulación y llevándola a tierra. Más de 16 meses después, el buque ha encallado muy lejos de allí, en Irlanda, dejando atónita a la comunidad de Cork, zona en cuyas rocas apareció este barco fantasma de 77 metros de eslora.
El MV Alta había sido visto por última vez en septiembre del pasado año. El HMS Protector, buque de la Royal Navy británica, se lo encontró en medio del Atlántico e intentó contactar con su tripulación al comprobar su deriva errática. No obtuvieron respuesta y hablaban entonces de un "extraño evento". Dos semanas más tarde descrubrieron el percance del mercante en octubre del año anterior.
Aquella fue la última vez que se le había visto hasta que encalló esta semana en la localidad irlandesa de Ballycotton, al sureste de la isla, debido a los efectos del temporal Dennis.
Fuentes del Gobierno irlandés informaron a medios del país que el dueño ha reclamado ahora el barco. Falta ahora ver cómo va a salir de las rocas.
