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El retraso en el acuerdo entre Seychelles y la UE fuerza la salida de 15 atuneros españoles

La flota, con tripulación gallega, tendrá que faenar en aguas internacionales

Atuneros españoles amarrados estos días en Seychelles. // FdV

Los 15 atuneros españoles que faenan en aguas de Seychelles han tenido que abandonar el caladero ante la falta de acuerdo pesquero entre el país y la Unión Europea. El retraso en las negociaciones provocó que los seis años que dura el pacto finalizasen esta medianoche sin un relevo acordado y la flota no ha podido renovar las licencias. Los encuentros entre los responsables negociadores de ambas partes se celebraron a principios de semana y según explican fuentes del sector atunero podría haber un entendimiento (con un aumento de la contrapartida financiera por parte de la UE), pero ahora deberá pasar el período de ratificación para que los buques (españoles y franceses, principalmente) puedan regresar. La flota, que nutre a la industria conservera y que está compuesta en su mayoría por tripulación gallega, se ve forzada ahora a faenar en aguas internacionales.

El protocolo vigente hasta ayer firmado entre Bruselas y Victoria entró en vigor de forma oficial el 18 de enero de 2014. El acuerdo es el más importante de la UE centrado en la pesca de atún y tenía una vigencia de seis años a razón de 5,53 millones de euros cada una de las dos primeras anualidades y 5 millones para cada una de las cuatro siguientes. Con ello se pudo capturar en sus aguas 50.000 toneladas de atún al año entre las 40 licencias de pesca para atuneros comunitarios, que se reparten entre 22 para España, 16 para Francia y dos para Portugal (además de seis palangreros).

Desde Bruselas informaron el pasado octubre que ambas partes habían llegado a un acuerdo para la firma de un nuevo acuerdo que mantenía las 50.000 toneladas e incrementaba la contrapartida económica hasta los 58,2 millones de euros, lo que supondrá también un aumento de las licencias para los armadores. Sin embargo, el comunicado de la Comisión Europea recogía que se debían iniciar "los procedimientos legislativos necesarios para la firma y conclusión" del nuevo pacto de cara a la implementación.

Dos meses y medio después el retraso en este último punto hace que ahora la flota debe salir de la zona económica exclusiva (ZEE) del país y dedicarse a faenar en los alrededores del Índico, puesto que no hay ningún alternativa para estos buques. "El sistema de acuerdos de pesca del océano Índico está en crisis", aseguran fuentes del sector atunero español, que desconocen qué pesca se van a encontrar los buques ahora. "En esta época del año estaríamos en Seychelles, que es el principal caladero de la flota", resumen.

Ahora deberán enfrentarse a la incógnita de unas aguas internacionales en las que también hay flota asiática y que, pese a la aparente tranquilidad de los últimos meses, siempre existe el riesgo de sufrir un ataque pirata. De hecho, el pasado abril el atunero vasco Txori Argi, con marineros gallegos, repelió un ataque pirata en las aguas situadas entre las ZEE de Somalia y Seychelles.

Reparto

Por otro lado, la flota que faena en el Índico tiene otro problema a mayores entre manos. Y es que todavía no saben cómo se hará el reparto de cuotas para este año por parte del Gobierno. En noviembre se publicó el proyecto de orden para "regular el ejercicio de la pesca de rabil y túnidos tropicales en el océano Índico en la campaña 2020", pero aún no se ha publicado el reparto oficial. Desde el sector creen que la cuota se mantendrá igual, pero que limitarán las capturas totales por barco a dividir entre los que tienen más o menos 3.500 GTs (arqueo bruto).

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