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El mar gana terreno a las aulas: "Dejo atrás a una niña, pero lo hago por ella"

Una quincena de alumnos de la pionera FP Dual viguesa de la pesca se convierten estos días en los primeros en embarcar para sus prácticas como mecánico mayor naval en NAFO o Malvinas

Desde la izq.: Khalid Abahabibi, Iván Garrido, Diego Parcero y Miguel Gestido, en Beiramar. // Ricardo Grobas

Los hay con experiencia previa en el mar, pero la mayoría no ha pisado nunca un barco de pesca. Alguno deja atrás a sus hijos en busca de un futuro mejor y otros optan por continuar así su formación en el sector. Pero todos comparten lo mismo: el mar les llama. En total son una quincena de jóvenes gallegos que se convierten estos días en los primeros en estrenar la formación profesional (FP) dual superior centrada en el ámbito pesquero y, más concretamente, en el título de mecánico mayor naval. "Es todo muy intensivo, ya que los plazos apremian, pero es una muy buena oportunidad sacrificándose un poco", explican los que en los próximos días cambiarán las aulas por los caladeros de NAFO y Malvinas.

Iván Garrido, Diego Parcero, Khalid Abahabibi y Miguel Gestido son cuatro de ellos. Desde el muelle de Beiramar, los cuatro afrontan sus últimos días con los suyos antes de entrentarse a marea de entre tres y cinco meses y medio. Juntos recuerdan cómo se decidieron por este ciclo superior. "Yo ya había hecho el de nivel medio porque tenía ganas de ir al mar", explica Gestido, cangués que con sus 20 años es el más joven de la clase. En su caso, embarcará en el Playa Menduiña para las duras y gélidas aguas frente a Canadá.

Muchos de ellos se enteraron de la FP Dual a través de FARO, que publicó en exclusiva su gestación y lanzamiento. Es el caso de Khalid Abahabibi. El joven marinés de 23 años había hecho un ciclo de mecanizado y estaba en Reino Unido trabajando cuando leyó la noticia. "No me lo pensé mucho y decidí volver", comenta junto al Venturer, su futura casa para los próximos meses. "Va a ser mi primera vez, pero siempre quise ir al mar", dice.

Es el mismo caso que Iván Garrido, de 31 años. "Vi la noticia y me convencieron para que hiciera la prueba de acceso", comenta. La hizo con Diego Parcero. Ambos son de Bueu y se lanzaron, pero en el caso de Garrido apostó por dejar atrás un trabajo fijo en el que llevaba más de una década (jefe de mantenimiento en una empresa mejillonera). Decidió formarse y ahora será el que más tiempo pase lejos de casa, unos cinco meses y medio en un buque de Freiremar. Al regresar le estará esperando su hijo, de cinco años. "Estoy un poco nervioso y le tengo respeto, pero también ganas", asegura.

Parcero también dejará atrás a una niña, en su caso de tres años. "Es lo más duro", explica, "pero lo hago por ella". A punto de cumplir los 32 años, es de Bueu y atesora experiencia en la bajura (cerco y miños), pero ahora le tocará ir a Malvinas a bordo del Beagle 1.

Los cuatro alumnos valoran de forma positiva la FP Dual. Al menos por el momento. Llevan desde septiembre dando teoría, aunque reconocen que creían que iba a ser "algo más relajado". "Al final tienes que dar en un cuatrimestre lo que antes dabas en nueve meses y no es lo mis mo para asimilar conceptos", opina Garrido. Gestido, por su parte, resalta la implicación del profesorado, con el que tuvieron "mucha suerte" (ellos también se estrenan en esta FP Dual), y valora la importancia de entrar con una base. "Alguien que sepa algo de mecánica le va a resultar millones de veces más fácil", insiste Parcero, que junto a Garrido entró a través de una prueba de acceso. "Con esto ahorras un año de formación, pero es verdad que es más complicado", concreta éste último.

Ya a bordo de sus respectivos arrastreros tendrán que seguir realizando trabajos en contacto con el tutor de a bordo y con sus profesores en tierra, vía internet. "Es cierto que todos los años sale gente del Instituto Politécnico Marítimo-Pesqueiro do Atlántico, pero esto nos garantiza poder probar en la pesca y saber si nos gusta", comentan.

La FP Dual para mecánico naval mayor se gestó entre el propio instituto y la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), que buscaban atajar la falta de tripulantes, sobre todo en el caso de la flota de gran altura. Tras varias conversaciones y preparativos, el proyecto se firmó el pasado junio y comenzó en septiembre con los primeros alumnos. A Garrido, Parcero, Abahabibi y Gestido les quedará otro curso más con sus correspondientes embarques (en principio, en la misma empresa) y cuando salgan tendrán el título sin necesidad de hacer los días de mar. Para el año entrará una nueva hornada de alumnos, que ya podrán optar entre este ciclo superior y el patrón del altura, que se estrenará en septiembre para cubrir otra de las importantes demandas del sector pesquero.

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