El Concello de Bueu envío ayer un requerimiento a Portos de Galicia para que acometa mejoras en el puerto después del suceso ocurrido durante la Nochebuena, con el hundimiento de un bateeiro con base en la localidad. Las primeras hipótesis apuntan que el suceso pudo estar relacionado con el mal estado de una de las escaleras verticales del muelle, que es una responsabilidad del ente público. "Dentro del interés por colaborar y el respeto institucional, consideramos oprtuno dar traslado de esto para que se hagan las actuaciones necesarias", señala el escrito, que está firmado por el alcalde accidental, Julio Villanueva, que además es bateeiro de profesión.

El Nodales se hundió durante la Nochebuena y fue reflotado e izado el jueves. Las primeras inspecciones señalan que no hay daños aparentes ni vías de agua en el casco, lo que reafirma la teoría de que una defensa del barco quedó enganchada en la escalera del muelle. "No es la primera vez que sucede algo así. En una ocasión anterior estuvo a punto de ocurrir lo mismo, pero en aquella ocasión la defensa se zafó y se evitó que el balandro se hundiese", explica Julio Villanueva. Durante la maniobra para el reflotamiento del Nodales un armador recordaba que un barco entonces de su propiedad, el María Guadalupe, sufrió un accidedente idéntico hace justamente 30 años [en diciembre de 1989, no de 1996 como por error se incluyó en la noticia publicada ayer].

El escrito enviado desde el Concello a Portos de Galicia hace alusión precisamente a las quejas de los bateeiros, que señalan que las escaleras en cuestión "no reúnen las garantías necesarias que impidan que pueda producirse alguna colisión contra ellas". Esto puede ocasionar sucesos como el ocurrido esta semana. Los mejilloneros también recuerdan que abonan una serie de tasas por una serie de servicios que distan mucho de ser los que reciben.

Este accidente ha servido para poner de manifiesto una vez más las precarias condiciones en la que se encuentran los barcos bateeiros con base en Bueu.