La flota de Bueu pudo empezar la campaña de la vieira, antaño una especie estrella en la lonja y cuya extracción ahora depende de los vaivenes y oscilaciones de la toxina amnésica o ASP. El primer día se saldó con unas capturas que se acercaron a los 1.050 kilogramos y deja buenas sensaciones en el sector. Ningún barco alcanzó el límite máximo que tenían autorizado, que era de 300 kilos, pero se atribuye tanto a las dificultades propias del primer día como a que se trata de un tope elevado. No obstante hubo embarcaciones que se quedaron muy cerca de esa frontera, con capturas de 289 kilos.

La campaña en la ría de Pontevedra vuelve a estar centralizada en la lonja de Bueu y de momento la flota que ha empezado a trabajar el recurso está formada por cinco embarcaciones de la localidad: "Nuevo Celita", "Zapatero", "Sagres", "Cambados" y "San Martiño". En esta ocasión la Cofradía de Bueu ha cerrado un acuerdo de comercialización con la empresa Mariscos Veiro, que cuenta con una planta de eviscerado en Cambados y que absorberá la producción. Las dos partes han pactado un máximo diario de 1.500 kilos, una cantidad que se distribuye de manera igualitaria entre los barcos que salgan al mar. El precio acordado es de 5,50 euros el kilo.

Este año la flota cuenta con gran parte de la ría abierta y pueden trabajar desde Cabo Udra hacia el interior. El primer día suele ser complicado, sobre todo para elegir una zona en la que faenar. "No hay referencias claras y decidimos trabajar por la misma zona", explicaba una de las tripulaciones una vez en tierra. Decidieron apostar sobre seguro y se concentraron en el entorno de la isla de Tambo, un punto en el que suele haber buenos bancos. Las cifras de capturas oscilaron entre los 177 y los 289 kilos.

Esas cantidades están condicionadas además por otro factor. El tamaño legal para la extracción de la vieira es de 10 centímetros, pero el comprador reclama un producto de un mínimo de 11,5 centímetros de diámetro. "Se ve que hay bastante vieira con la talla mínima de 10 centímetros. Pero ese centímetro y medio es una diferencia importante", explican desde la flota de la Cofradía de Bueu. Las embarcaciones apuraron la primera jornada al máximo para intentar alcanzar el tope que tenían asignado y no llegaron a puerto hasta pasadas las dos de la tarde.

A partir de hoy es probable que las embarcaciones comiencen a separarse y a probar otras zonas de la ría. Los marineros defienden también la necesidad de trabajar este recurso, que se recoge con el conocido como rastro de la vieira. Explican que el "rastrillado" que realiza de los fondos es positivo tanto para la vieira, para otros bivalvos e incluso para el desove de peces como el lenguado o el rodaballo.

El trabajo de los barcos está supervisado por Gardacostas de Galicia y por el servicio veterinario de la Xunta, que controlan que la extracción se realiza en los ámbitos abiertos y que se descargan todas las capturas. Una vez pesados, los recipientes con la vieira se cargan en un camión que se cierra con un precinto que solo puede abrirse en el punto de destino. La vieira debe pasar primero por un proceso de depuración y luego se somete al eviscerado, que consiste en la extracción del hepatopáncreas. Lo normal es que en dos o tres días el marisco pueda entrar en los canales de distribución y comercialización. Justo a tiempo para llegar a las cenas de Fin de Año y comidas de Año Nuevo.