Alivio. Esa es la palabra que puede resumir las sensaciones de la flota palangrera gallega tras una semana de tensas deliberaciones en la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat), que finalmente decidió no cerrar la pesquería de tiburón marrajo dientuso ( Isurus oxyrinchus) por lo menos hasta el próximo año. "Estuvimos con el corazón en el puño porque no había consenso, había divergencia de opiniones", explicó la gerente de Orpagu, Juana Parada. "Ha sido durísimo, pero finalmente ha ido bastante bien", concretó por su parte el gerente adjunto de ARVI, Edelmiro Ulloa. Para ambos, así como para el resto de asociaciones con buques de palangre en Galicia (como Marín, Ribeira o Lugo), el "objetivo fundamental" era que no se cerrase la pesquería. Junto a ello, también se ha conseguido otro "hito": regular la pesca de tiburón tintorera (Prionace glauca) tanto en la zona norte como en el sur, donde se ha conseguido adoptar un límite de capturas que hasta ahora solo existía para la zona norte.

En su 26 sesión ordinaria celebrada este año en Palma de Mallorca, la Iccat reunió a 53 países y más de 700 delegados en una semana. Las diferentes visiones entre todas las partes implicadas sobre qué hacer con el marrajo hicieron que el encuentro fuese "de los peores que se recuerdan", según explican Ulloa y Parada. Sin embargo, el resultado fue satisfactorio, ya que se mantiene un plan de gestión que "es complicado" y que "va a exigir sacrificios", pero que no supone la aplicación de un total adminisible de capturas (TAC) ni se cerrará la pesquería, opciones que se barajaron y que no alcanzaron un consenso entre las partes contratantes.

La flota gallega captura una media de unas 3.000 toneladas de marrajo al año y se barajó desde un cierre hasta el establecimiento de un TAC de 500 o 700 toneladas. "Como no hubo consenso y había que llegar a un acuerdo, se propuso un documento de mínimos con la previsión de hacer una reunión extraordinaria y llegar a un acuerdo de cara a la reunión anual del próximo año", concretaron los dirigentes.

Tintorera y patudo

Por otro lado, la Iccat acordó medias para la tintorera en el Atlántico norte y sur, respectivamente. En el primer caso se introducen límites para las partes contratantes interesadas en esta pesquería, asignado a la Unión Europea (principalmente a España y Portugal) 32.538 toneladas de un TAC de 39.102 toneladas. "Ambas pesquerías se encuentran en buen estado de conservación y explotados a niveles sostenibles", informó ayer el Minsiterio de Pesca.

En el caso de la zona sur se establece por primera vez un TAC de 28.923 toneladas, que se aplicará globalmente, sin asignar a nivel de partes contratantes.

Otro tema crítico en la reunión anual de la Iccat fue el patudo, especie de la que solo solo siete partes contratantes de Iccat tienen asignadas cuotas, mientras el resto no tiene limitaciones de capturas, "motivo por el que el TAC de patudo ha venido superándose sistemáticamente en los últimos años por la entrada de nuevas flotas", concretaron desde Pesca.

El nuevo régimen adoptado, aplicable a 2020 y 2021, se basa en la reducción del límite de capturas, una asignación de cuotas a todas las partes interesadas (a repartir en función de las capturas históricas en una reunión en el primer trimestre de 2020) y medidas para reducir la mortalidad de juveniles. Se fija un TAC de 62.500 toneladas para 2020 y de 61.500 toneladas en 2021. De igual forma se establece una veda a la pesca sobre dispositivos de concentración de peces (FAD), de dos meses en 2020 y de tres meses en 2021. En número máximo de FAD activos por buque no superará los 350 en 2020 ni 300 en 2021.

Durante las duras negociaciones la flota palangrera contó con el respaldo de Pesca. Según fuentes del Ministerio que dirige en funciones Luis Planas, el ministro estuvo en contacto durante toda la semana con comisario de Pesca Karmenu Vella para seguir de cerca las conversaciones de la UE durante la Iccat.