El armador del buque Blue Star ha decidido contratar a la empresa holandesa Smit Salvage para tratar de rescatar el quimiquero de 128 metros de eslora que permanece encallado en la ría de Ares desde la medianoche del pasado viernes, después de que fracasasen este fin de semana los dos intentos de reflotar el buque.

Smit Salvage ya se encargó del remolque fallido del Prestige en 2002, operación que acabó con el petrolero en el fondo del mar. La empresa también formó parte del operativo que en enero de 2012 extrajo el combustible del crucero Costa Concordia, que chocó contra las rocas frente a la isla de Giglio, en Italia.

Varios integrantes de la compañía ya se encuentran en A Coruña supervisando el estado del buque siniestrado que mantiene en su interior a los 16 integrantes de la tripulación.

La primera decisión que tomó ayer la empresa fue ordenar al remolcador Unión Princess que pusiese rumbo a Ares desde las costas del norte de Portugal. El buque, de 67 metros de eslora, pertenece a la compañía Boksalis, que es una de las filiales de Smit Salvage.

Ahora, la principal prioridad de las autoriades es vaciar las 100 toneladas de combustible destinadas a la navegación del quimiquero para que no se produzca un vertido: 45 toneladas son de fuel y 60, de gasóleo. A pesar de que los técnicos han confirmado "que no hay ningún tipo de peligro" para el medioambiente, permanece activado el Plan Nacional y los planes de protección de los puertos de A Coruña y Ferrol.

Tras la contratación de la empresa holandesa, sus especialistas deberán presentar ante Capitanía Marítima un plan de salvamento, que tendrá que ser autorizado y que permitirá que los profesionales de Smit Salvage tomen las riendas del rescate, para el que aún no hay fecha.

Ante la decisión del armador del Blue Star, Salvamento Marítimo abortó ayer el tercer intento de remolque del quimiquero. El departamento estatal señaló que la firma Smit "toma el mando de las operaciones" a instancias del armador, tras anularse el operativo programado para las 14.30 horas de ayer, que pretendía de nuevo desencallar la nave y que iba a coincidir con la pleamar en la zona.

Ante esta previsión, centenares de curiosos volvieron a agolparse en la franja del litoral y Protección Civil tuvo que regular los accesos al lugar de As Mirandas.

En la madrugada de ayer domingo se produjo el segundo intento de remolque del quimiquero. Las tareas se llevaron a cabo desde las 02.00 horas, coincidiendo con la pleamar.

Hasta cinco unidades se sumaron al operativo: la Salvamar Betelgeuse; los remolcadores Don Inda; Ibaizabal Nueve, María Pita y el buque Ría de Vigo.

El Don Inda es el remolcador más potente que hay en España, con su gemelo Clara Campoamor. Tras el accidente del Prestige fue construido para situarlo cerca del dispositivo de separación del tráfico de Fisterra y para cubrir cualquier emergencia marítima en Galicia. Tiene su base en Cee y su nombre honra a Indalecio Prieto, conocido como Don Inda, que fue ministro de varias carteras durante la II República.

El helicóptero Helimer 401 completó el despliegue, finalizado tras romper al primer intento la estacha extendida al barco. El oleaje, además, resultó insuficiente para ayudar a movilizar el buque, con bandera de Malta. Al culminar las labores, el helicóptero recogió a los integrantes de la unidad de buceo que respaldó el trabajo.

La labor es compleja debido a que el barco siniestrado está en una zona rocosa que hace muy complicado que se pueda deslizar, a pesar de que las dos operaciones para desencallarlo coincidieron con la pleamar.

El navío quedó tan incrustado en las rocas, que tiene las hélices bloqueadas por el suelo marino.

Tras este segundo intento, Salvamento Marítimo decidió que los remolcadores Don Inda e Ibaizabal Nueve estuvieran de nuevo en el lugar del encallamiento a las 09.00 horas. El objetivo era preparar el operativo de reflote para la pleamar de las 14.23 horas, momento en el que estaba previsto realizar un tercer intento de arrastre. Sin embargo, la decisión del armador de contratar a la empresa holandesa Smit Salvage abortó la operación.

Los responsables de Salvamento Marítimo estudian trasladar a la zona un robot submarino, que está en la base situada en el polígono industrial de Vilar do Colo, en Fene. Este robot sería utilizado para comprobar si hay daños en la embarcación y para determinar cómo es el fondo marino sobre el que está asentado el barco.

El buque tocó tierra sobre 23.50 horas del viernes en la zona de Punta Miranda en Ares. El barco, según fuentes consultadas, tuvo un problema en la máquina que provocó un incendio en la zona de la chimenea, cuando salía del fondeadero de Ares para tomar práctico y entrar en el puerto de A Coruña. La avería lo dejó a merced del viento y las olas, hasta que embarrancó contra las rocas.

El barco, que iba vacío, procedía de Bilbao para cargar en la terminal de Repsol de A Coruña 6.000 toneladas de algún producto químico sin especificar. Además, el capitán del barco, que cuenta con doble casco, trasladó que los tanques no han sido afectados.