La centolla vuelve a las lonjas con escasas capturas y con precios que en la primera jornada superaron los 20 euros en la primera parada. Es solo el primer día de la nueva campaña, pero marineros de Cangas y Bueu coincidieron al señalar que hay escasez y esa circunstancia debería impulsar los precios. También el marisco rey volvió ayer a las rulas de O Grove y Cambados.

En Cangas comenzaron la temporada un total de trece embarcaciones, que descargaron 658 kilogramos, mientras que en Bueu salieron al mar diez tripulaciones, que subastaron 635 kilos de crustáceo.

La primera subasta fue la de la lonja canguesa, donde alcanzó el precio de 20,60 y donde las tripulaciones insistían en que "hay menos cantidad que otros años". El segundo lote se comercializó por encima de 18 euros. La última parada se realizó a 9,20, lo que deja un precio medio de 15,66 euros y unas ventas totales en el primer día superiores a los 10.300 euros. "Es un muy buen precio medio", destacan desde la cofradía.

Ayer era festivo local en Bueu, que celebraba la festividad de San Martiño, pero eso no impidió que la flota saliese al mar y que la lonja abriese a partir de las 15.00 horas.

"Este año hay poca, no es como en los anteriores. Ya se ve en los barcos que andan a los aparejos, que en vez de empezar a la centolla prefirieron pasar al pulpo", contaba Marcelino "Silo", del "Nuevo Robin". Las embarcaciones que ayer trabajaron mejor fueron las que decidieron faenar en la parte interior de la ría de Pontevedra, mientras que las que fueron a Ons tuvieron más dificultades.

Estas dificultades se reflejan en el hecho de que casi nadie logró completar el cupo máximo autorizado, que es de 35 kilos por barco y otros 35 por tripulante enrolado y a bordo.

El volumen de la primera jornada en la lonja de Bueu dejó algo más de 7.651 euros, con un precio medio superior a los 12 euros. El primer lote de 15 kilos se cotizó a 20,80 euros, mientras que la segunda parada fue a 18,30 euros, unos importes que desde la Cofradía de Bueu consideran positivos para este inicio de campaña.

La flota de O Grove y Cambados inició ayer la campaña del centollo con buenas capturas y precios que han contentado al sector, al menos en el caso del puerto grovense.

En la lonja meca se subastaron unos 3.300 kilos de centollo -unos 100 kilos más que el primer día de la campaña de 2018-, y el primer mío fue de 29,25 euros. A ese precio no se vendió demasiado producto, pero posteriormente se paró la subasta a 24,50 euros el kilo. Ahí sí, ya salió una parte importante de marisco, según explica el patrón mayor, Antonio Otero.

Otra parada importante fue de 19,70 euros el kilo, y finalmente, se despacharon lotes a 9 euros, que es el precio mínimo fijado en O Grove, por debajo del cual se suspende la subasta y se retiran hasta el día siguiente las piezas que no se hayan vendido.

Durante la jornada de ayer vendieron en la rula grovense cerca de un centenar de embarcaciones. Los topes de captura estaban establecidos en 35 kilos de centollo por embarcación y otros 35 por tripulante, "y muy pocos barcos consiguieron hacerlo". Ya por la tarde, se produjo una de las imágenes más típicas del comienzo de la campaña del centollo en O Grove, cuando docenas de vecinos se dan cita en la parte alta del edificio, para asistir como público a las pujas del crustáceo. Estas empezaron sobre las cinco y media de la tarde, y terminaron cerca de las ocho. La afluencia de espectadores fue incluso mayor que otras veces al ser festivo en O Grove por San Martiño.

En la lonja de Cambados vendieron 25 barcos, y se vendieron 1.150 kilos de centollo. Los lotes más caros salieron a 16 euros el kilo, y los más económicos, a 8.

En Cambados han fijado un precio mínimo de 8 euros el kilo para las subastas de crustáceo, por debajo del cual se para la subasta. En la tarde de ayer quedaron sin vender en torno a 300 kilos, puesto que se retiraron al no encontrar comprador por ocho euros.