Ahora sí que puede decirse que la campaña de pesca del centollo (Maja brachydactyla) y el buey de mar (Cancer pagurus) está lanzada.Maja brachydactylaCancer pagurus Y eso a pesar de las adversas condiciones meteorológicas y oceanográficas que se registran hoy en Galicia, tanto dentro como fuera de las rías, con un intenso oleaje y, en algunas zonas, un mar embravecido.

A pesar de todo fueron muchos los armadores y tripulantes que quisieron arriesgarse y zarpar para depositar sus redes en el agua, quizás teniendo en cuenta que cuando el mar está tan revuelto el centollo "enmalla" mejor. O lo que es lo mismo, entra más cantidad en los "miños", que es como se conocen esos aparejos.

Entre esos barcos que esta mañana zarparon desde los puertos pontevedreses y coruñeses para capturar, sobre todo, centollo, estaban los grovenses. Como era de esperar, ya que la suya es la lonja más importante de Galicia para la especie, gracias a la elevada cotización que alcanza en ella el preciado crustáceo, que además se distribuye con una marca propia de calidad, la de "Centolo do Grove".

Rías Baixas

Un total de 570 embarcaciones de las Rías Baixas, de entre las 919 de toda Galicia, están autorizadas para el empleo de los populares "miños", la red más empleada para el centollo. Pueden usarse desde hoy en la zona comprendida entre la desembocadura del río Miño y el cabo Corrubedo, y desde ese punto hasta el cabo Estaca de Bares, mientras que entre el meridiano que pasa por el cabo Estaca de Bares y el río Eo los pescadores tendrán que esperar a iniciar la campaña a las 00.00 horas del 1 de diciembre.

Si bien el sector, que dice tener "enormes esperanzas" en esta campaña, tendrá de plazo hasta junio de 2020 para pescar este recurso, lo cierto es que su captura y comercialización se concentra durante los meses de noviembre y diciembre, que es cuando se producen en torno al 60% del total de capturas de cada campaña. De ahí la importancia del inicio de esta nueva temporada para los puertos gallegos, especialmente para los de Rías Baixas.

La Consellería do Mar, tras consensuar el plan de gestión con los representantes de las cofradías de pescadores, señala que las capturas deben limitarse a 35 kilos de centollo por cada barco y día de faena, con 35 kilos diarios más por cada tripulante enrolado y a bordo.

A lo largo de la anterior temporada de pesca del centollo, con apenas ocho meses de duración (entre noviembre y junio), se despacharon en Galicia unas 500 toneladas de producto por valor de casi cinco millones de euros. Y nada menos que 2,8 millones de euros y 324 toneladas correspondieron a las fechas previas a Navidad.

La de O Grove volvió a ser la lonja más importante de Galicia en lo que a ingresos por este recurso se refiere, con 923.000 euros facturados en primera venta durante toda la campaña, tras la comercialización de 65 toneladas.

Y eso que en la lonja de A Coruña se vendió una cantidad superior: 122 toneladas. Pero a pesar de esa diferencia, la facturación en la ciudad herculina se quedó en 812.000 euros, lo cual indica claramente que el producto grovense, que pasa por ser el de mayor calidad, es el que mejor se cotiza en los puertos gallegos.

Unos puertos entre los que también destacan Ribeira, con 70 toneladas y 666.000 euros, y Vigo, donde se despacharon 40 toneladas, para facturar por ello 427.000 euros.

Cabe citar, igualmente, al de Muros, con 45 toneladas de centollo (220.000 euros), así como las 12 toneladas vendidas tanto en Cangas como en Cambados, con facturaciones de 164.000 y 175.000 euros, respectivamente. Bueu, por su parte, comercializó 11 toneladas que generaron en primera venta 123.000 euros.

Para entender la importancia del centollo para la economía gallega baste decir que es una especie que fue capaz de generar en las dos últimas décadas más de 55 millones de euros en las lonjas de la comunidad, donde en ese periodo se llevaron al mercado más de 5.000 toneladas.

La zona de trabajo elegida, a pesar del mal tiempo

En la foto que se muestra a continuación se aprecia el recorrido realizado por tres barcos que esta mañana zarparon del puerto de O Grove para largar sus aparejos. Se observa que pusieron rumbo a la boca de la ría, salieron de ella hacia el Atlántico y maniobraron sobre la plataforma continental para depositar sus “miños” en el fondo del mar.

El trazado del “Gran Solero Sexto”, al que corresponde el vídeo que ilustra esta información, el realizado por el “Hermanos Mascato Dos” y el barco “Manuel Mascato”, que son coincidentes, representa solo un ejemplo de lo duro que puede resultar el trabajo de la flota de enmalle, sobre todo en una jornada con tanto mar de fondo como la de hoy y cuando se trabaja fuera del abrigo de las rías.