Hace unos años, las capturas de pulpo sufrieron un brusco descenso, por lo que su precio se encareció tanto en los puertos como en las pescaderías, plazas de abastos y restaurantes, ya que muchos optaron por compensar la subida aumentando el coste de la ración. Este verano la cotización media en las lonjas de Galicia bajó tres euros el kilo respecto al año pasado. En julio y agosto, este cefalópodo marcó una media de 7,43 euros por kilo en las operaciones de primera venta realizadas en esas lonjas, frente a los 10,6 euros que alcanzó en el mismo periodo de 2018 (un descenso del 30%). Lo contradictorio de este hecho es que se produce cuando los puertos gallegos recibieron menos cantidad de la especie -406 toneladas por las 426 registradas en el mismo periodo del pasado año-, por lo que el sector atribuye este hecho a la entrada de pulpo foráneo.

El presidente de la Federación Galega de Confrarías, José Antonio Pérez, indica que esta caída en el valor de este cefalópodo en los centros de primera venta se vincula "al mercado". "Sabemos que también se pesca en otras zonas como Mauritania y Marruecos, por lo que siempre decae el precio. Pero bueno, mal no estamos vendiendo. Aunque pensamos que sería un poco más caro", sostiene Pérez.

Otra de las razones que también pueden influir en esta caída del precio es el tamaño del recurso. "El pulpo es más pequeño, por eso la media también es menor. Es extraño que veamos pulpos tan pequeños a estas alturas, hay mucha cría y de diferente tamaño. El desove se está dando muy tarde", concreta el presidente de las cofradías gallegas, que añade que en esas fechas lo habitual es que los pescadores se encuentren con pulpos "de tamaño medio".

Este descenso en el precio medio del recurso pesquero también afectó a los ingresos generados en lonja en su primera venta. La facturación ascendió hasta los tres millones de euros en los dos primeros meses de campaña, lo que supone una caída del 33% con respecto a la del pasado ejercicio, cuando la cifra superó los 4,5 millones de euros.

El también patrón mayor de la cofradía de Ribeira señala que la extracción de la especie mejoró durante agosto. "En capturas fue mejor en el mes de agosto que en julio, están dando mejor resultado aunque también depende en la zona en la que se trabaje", aclara Pérez. A pesar de esta mejoría, no toda la flota consigue pescar el cupo diario -30 kilos por embarcación y otros 30 por cada tripulante-. "Algunos días sí se llega a cubrir, pero otros no. Depende un poco del tiempo y de la zona. En verano es normal que falle. Cuando llegue octubre ya encontramos más pulpo y de mayor tamaño", sostiene Pérez.

Es cierto que, según los datos aún provisionales en poder de la plataforma Pesca de Galicia, existe un descenso de capturas e ingresos. Como también lo es que, a pesar de todo, no está siendo un mal año para el pulpo, ya que se superan los resultados de julio y agosto de 2017, cerrados con 341 toneladas y 2,7 millones de euros. Además, a pesar de la caída del precio medio respecto al año anterior antes aludida, los tres millones de euros obtenidos esta vez están muy cerca (263.000 euros menos) de la facturación en lonja alcanzada en verano de 2016, y eso que entonces se habían vendido 144 toneladas más.

Los registros estivales de este año superan claramente a los de 2015, cuando en julio y agosto se vendieron 195 toneladas (1,3 millones de euros), y 2014, con 323 toneladas y 1,7 millones de euros.

Puntos de descarga

Puestos a analizar lo sucedido con el pulpo en los dos últimos meses, puede destacarse, igualmente, que la lonja coruñesa de Santa Uxía de Ribeira despachó 106 toneladas (800.000 euros); seguida de Vigo, con 48 toneladas y 382.000 euros; y la lonja de A Coruña, con 43,5 toneladas y 322.000 euros.

El precio máximo de 17 euros por kilo alcanzado en ese periodo quedó establecido en la lonja viguesa, mientras que la ribeirense tocó techo en 12 euros y la coruñesa se acercó a los 13 euros.

En este ranking se sitúan, a continuación, Bueu, que ronda las 38 toneladas y los 270.000 euros, con un tope de 9,55 euros por kilo; Muros, donde se vendieron 28 toneladas de pulpo (208.000 euros); y Cambados, con casi 20 toneladas y 146.000 euros en julio y agosto después de alcanzar un precio máximo de casi 11 euros el kilo.