El sector mejillonero con su base en Moaña inició la semana descargando producto para la venta a las fábricas conserveras, al igual que en los últimos días. En el muelle de A Mosqueira esperan comenzar a partir de la próxima semana la campaña de exportación de producto al sur de Italia, que pasa por ser uno de los grandes periodos de actividad de este sector a lo largo de todo el año. La principal preocupación es la toxina, aunque aseguran que los biólogos del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar) están constatando en los últimos días que el episodio tóxico se ha estancado, por lo que los bateeiros esperan que también de cara a la próxima semana empiecen a reabrir los polígonos de bateas con producto de más calidad, que son los ubicados en la parte externa de la ría, sobre todo frente a Liméns.

En estos momentos son apenas dos los polígonos abiertos a este lado del estrecho de Rande, ubicados frente a Domaio, los Cangas D y Cangas E, que junto con los cerrados fueron muestreados ayer mismo por los biólogos.

Despejado el temor de que se recrudeciese la toxina y cerrase toda la ría en pleno comienzo de la campaña de exportación, los bateeiros esperan ahora la reapertura de polígonos, aunque temen que esta semana no se producirá esta buena noticia.

Para iniciar las exportaciones, han remitido ya a los compradores del sur de Italia las muestras de producto previas al inicio del envío de camiones.

Agosto finalizó con muchos productores retirando mejillón con el tamaño adecuado para su venta al extranjero y colgándolos en sacos de las bateas, para evitar que las nuevas crías los desprendiesen y se perdiese mucha producción. Desde el sector aseguran que el mejillón mediano y pequeño que se exporta tiene una alta calidad este año y si se abren los polígonos podrá ser una buena campaña, con una gran producción.

Los polígonos cerrados de Liméns tienen la venta prohibida desde el 12 de agosto y los ubicados frente a Moaña desde el 26 y el 28 del pasado mes.

Peor está la situación en la ría de Aldán, con los dos sectores cerrados desde el 6 de agosto. También se están muestreando estos días para comprobar si remite la toxina. En el caso de los productores de Bueu, sus polígonos en la ría de Pontevedra permanecen cerrados desde finales del pasado mes.

En la ensenada de San Simón, en la ría de Vigo, siguen todos los sectores operativos.