La Guardia Civil de A Coruña y el Servicio de Gardacostas de la Xunta interceptaron una furgoneta isotermo en la autovía AG-55 cuando transportaba pescado ilegal. En concreto cargaba un total de 24,7 kilos de nécora, 4 kilos de santiaguiños (especie en veda), 5,2 kilos de pulpo (que no llegaban al peso mínimo) y 0,7 kilos de bogavante.

Los efectivos desplazados sospechaban que el vehículo podría transportar mercancía carente de documentación e interceptaron la furgoneta procedente de Malpica. Los agentes localizaron un alijo total de 41,7 kilos de nécora, de los cuales solo se reflejaban registrados 17.

Una vez realizado el pesaje se procedió a realizar las denuncias pertinentes por una supuesta infracción de la Ley de Pesca, mientras que las especies incautadas fueron devueltas al hallarse los ejemplares vivos, a excepción del pulpo, que fue entregado en el centro benéfico Padre Rubinos.

Sardina

Por otro lado, la Guarda Nacional Republicana (GNR) interceptó más de 3,2 toneladas de sardina en dos operativos diferentes. El primero tuvo lugar en la zona de Portimão (al sur del país), donde los militares se hicieron con 910 kilos de un barco que se había pasado de la cuota diaria.

El otro operativo tuvo lugar en la lonja de Aveiro (al sur de Oporto). Allí la GNR incautó 2.385 kilos que habían sido descargados por dos embarcaciones a las que sorprendieron realizando un transbordo sin autorización.

La sardina en una especie que, según los científicos, vive una situación delicada. Por eso, España y Portugal tienen un plan de gestión que regula las capturas con un tope anual que comparten la flota de ambos países.

De hecho, la flota de cerco gallega no puede capturar sardina desde que el pasado 16 de julio cerró la pesquería. El sector se encuentra a la espera de saber si Madrid y Lisboa logran un incremento del cupo para este año tras el anuncio unilateral de la ministra de Mar lusa, Ana Paula Vitorino, de aumentar el tope en 1.800 toneladas para su flota. El sector de ambos países se reúne el martes en Vigo.