La anchoa del golfo de Vizcaya goza de una salud suficiente como para mantener la buena cuota de 25.000 toneladas fijada para este año. El centro tecnológico vasco AZTI presentó ayer los resultados de la campaña Bioman, en la que estimaron que la cantidad del recurso en el caladero registra la segunda mayor cifra de la serie historia: 190.000 toneladas de biomasa. Según indicaron los científicos, la estimación "se encuentra muy por encima de las 21.000 toneladas" o, lo que es lo mismo, el valor mínimo recomendable para garantizar la sostenibilidad de la especie. Cada año unos 60 cerqueros gallegos de toda la comunidad se desplazan hacia el Cantábrico para participar en la campaña.

La campaña científica Bioman tiene el objetivo de estimar la abundancia y distribución de anchoa adulta en el caladero para así lograr una gestión sostenible, que garantice la supervivencia de la anchoa, uno de los pilares de la economía del sector pesquero de todo el litoral cantábrico.

La iniciativa se desarrolló en primavera y se llevó a cabo a través del método de producción diaria de huevos (MPHD) en el golfo de Vizcaya, área de reproducción de la anchoa. "Tras recoger muestras de plancton, hemos extraído de estas los huevos desovados por las anchoas; al mismo tiempo, hemos muestreado ejemplares de anchoa adulta para calcular su fecundidad promedio; es decir, el promedio de huevos que produce cada hembra", explicó María Santos, responsable de la campaña en AZTI.

La cifra de 190.000 toneladas, pese a ser un dato muy bueno, supone una reducción del 15% respecto al año anterior. En 2018 la campaña arrojó 225.000 toneladas, lo que hasta la fecha es la cantidad más alta obtenida a lo largo de la serie histórica, que arrancó en 1987.

La Bioman, junto con las campañas Juvena (campaña que se lleva a cabo en otoño sobre los ejemplares juveniles) y Pelgas (realizada por el Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar) ayudan a una mejor evaluación de la especie. Así, los datos son remitidos al Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en inglés), que se encarga de hacer las recomendaciones científicas oficiales para la Comisión Europea. "Los resultados obtenidos serán tenidos en cuenta para el cálculo final del stock de anchoa y del Total Admisible de Capturas (TAC) que la UE determinará para el año siguiente de la evaluación", concretaron desde AZTI.

El análisis final se desarrollará el próximo noviembre, momento en el que se reúna el grupo de trabajo del ICES centrado en anchoa, sardina y jurel, el Wghansa.

Cuota y sardina

Según explican fuentes del cerco gallego, cada año se desplazan "entre 50 y 60 barcos" para capturar la especie en el Cantábrico para participar en una pesquería que ahora agoniza. En la zona VIIIc (de Fisterra al País Vasco) tan solo quedan unas 300 toneladas por consumir.

Por otro lado, el cerco sigue esperando una respuesta de la Secretaría General de Pesca sobre la sardina, cuya cuota podría aumentar este año. Y es que Portugal ha decidido incrementar el cupo de forma unilateral en 1.800 toneladas y la flota española reclama su parte, que ascendería a unas 600. Se espera una respuesta hoy.