La flota cerquera gallega no podrá pescar más sardina, en principio, hasta principios de septiembre. La Secretaría General de Pesca comunicó ayer por la tarde al sector el cierre de la pesquería en el Cantábrico Noroeste por el consumo de la cuota disponible para el primer periodo de la campaña -2.467 toneladas para el cerco nacional-. La pesca de la especie se inició el pasado 1 de mayo, cuando las embarcaciones disponían de 1.000 kilos semanales por buque. Al empezar junio, el cupo semanal aumentó hasta los 6.000 kilos por pesquero. En menos de dos meses de capturas, la flota gallega descargó en los puertos de la comunidad 1.282 toneladas de este pescado azul, según los datos provisionales recogidos en la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar.

Para evitar el parón de la captura de la sardina a lo largo del verano -que es cuando mayor es su demanda y su precio-, la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), pidió a Pesca adelantar la cuota reservada para el segundo periodo de la campaña. "Solicitamos a la secretaría la incorporación inmediata de la cantidad reservada para el segundo tramo (a partir de septiembre). Una vez que se agoten estas 600 toneladas que faltan ya se acabaría la campaña, pero en julio y agosto es cuando obtiene mejores precios", manifiesta el representante de Acerga, Andrés García.

Cerqueiros Galegos no esperaba que la primera parte de la pesquería "se cerrase tan pronto", aunque temía que pudiese ocurrir. "No estamos de acuerdo en que se cierre cuando más vale el recurso", critica el vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez. Para el portavoz de la asociación la principal causa que provocó esta clausura adelantada fue el aumento del cupo semanal realizado a principios de mes. "No se debería haber pasado de 1.000 kilos semanales por barco a 6.000. Si hubieran sido 3.000 ahora se podría seguir pescando sardina más tiempo", razonó.