En menos de dos semanas dejará de pescarse centollo en las provincias de Pontevedra y A Coruña, ya que estará en veda desde el 22 del mes en curso hasta el 10 de noviembre, mientras que en la de Lugo hará lo propio desde el próximo 28 hasta el 1 de diciembre. Y los registros de descargas, aún provisionales, indican que esta campaña va a cerrarse con cerca de 500 toneladas de producto y alrededor de cinco millones de euros en ventas.

Con la llegada de la sardina de San Juan -este año otra vez escasa- desaparece de escena el rey de los mariscos. Pero lo hace dejando un buen sabor de boca, ya que los resultados en las lonjas gallegas confirman la recuperación de la especie que había empezado a apreciarse en la campaña anterior. Y eso a pesar de la presión ejercida por los furtivos.

Del balance total, casi 324 toneladas y cerca de tres millones de euros corresponden a los dos últimos meses de 2018. Es, tradicionalmente, el periodo de mayores ventas, ya que influyen tanto el tirón propio del inicio de una nueva temporada de pesca como las fiestas navideñas.

Las buenas cifras se asemejan mucho a las obtenidas en la campaña anterior, entre noviembre de 2017 y mediados de junio de 2018. Pero desde luego están muy por encima de los registros de campañas anteriores, ya que la 2016-2017 se quedó en 265 toneladas y 3,5 millones de euros.

En aquella época existía preocupación entre la flota de enmalle por la escasez de centollo, que se había quedado en 331 toneladas y 3,5 millones de euros en el mismo periodo de la campaña 2015-2016, y que se limitó a 234 toneladas en la 2014-2015, con solo 2,8 millones en ingresos.

Incluso fue peor la 2013-2014, cuando se subastaron entre noviembre y mediados de junio siguiente menos de 190 toneladas (2,2 millones de euros).

No es de extrañar, por tanto, que el balance del ciclo pesquero que está a punto de finalizar sea satisfactorio para el sector, que vio cómo se marcaban precios máximos en primera venta de 60 euros por kilo, en la recta final de 2018, situándose el tope en 49 euros por kilo durante lo que va de 2019.

Así, con un precio medio de 8,74 y 9,91 euros por kilo en cada uno de esos tramos de campaña, el considerado "rey del marisco" volvió a demostrar su poderío en las rulas. Sobre todo en las de A Coruña y la de O Grove, que como siempre es la que logra mayores ingresos.

Con 120 toneladas de centollo, la lonja coruñesa consiguió desde noviembre unos 800.000 euros, mientras que a la rula de O Grove le bastaron 65 toneladas para acercare a un millón de euros en ingresos por este preciado producto. Esto se debe a que el crustáceo meco siempre cotiza más alto que en cualquier otro puerto, pues se presupone que goza de mayor calidad.