-Entró como presidente del LDAC poco después de perder las elecciones a la presidencia de la Cooperativa de Armadores de Vigo. ¿Está cerrada aquella etapa?

-En ARVI el mandato es de seis años y van tres. No creo que sea pertinente todavía hablar de ello y digo lo que dije en su momento: en una asociación como ARVI lo ideal es que el candidato sea de consenso, es decir, no que haya solo un candidato, sino que el que esté sea el que todo el mundo quiere. En mi opinión no se daba esto en las anteriores elecciones y por eso presenté candidatura. También dije que si surgía otro candidato yo con gusto me retiraría.

-¿Y dentro de tres años?

-Si hay un candidato que no se considere de consenso y no hay otro me gustaría hacer todo lo posible para que haya por lo menos una elección real. No creo que se haga un favor a las instituciones cuando alguien es elegido porque es el único candidato. Deben reunir unas condiciones de liderazgo y que todo el mundo se sienta identificado en él. Obviamente quedó reflejado en su momento que ninguno de los dos era un candidato de consenso [las elecciones se resolvieron por un voto de diferencia].

-¿Cómo valora la trayectoria de ARVI desde entonces?

-Continuista. La Cooperativa, como muchas organizaciones que llevan tantos años, necesita replantearse sus objetivos. Todos sus miembros necesitamos definir para qué queremos la cooperativa, cuál es su función y qué medios queremos que tenga. A partir de ahí, hacer lo posible.

-¿Y Asociación de Armadores de Buques de Pesca de Bacalao, Agarba?

-Es pequeña, somos dos socios, dos empresas que comparten valores en cómo pescar y cómo tratar las tripulaciones. Ambas están unidas también por el sello MSC, un compromiso para actuar con respeto al medio ambiente por encima a los exigidos y estamos orgullosos porque somos la primera pesca de arrastre certificada con el estándar 2.0, más exigente que el primero.