El jurel es una de las especies más importantes para la flota gallega, sobre todo para el cerco. En lo que va de año las capturas no acompañan a los barcos pesqueros, los centros de primera venta de la comunidad comercializaron 4.661 toneladas de jurel por las 4.713 toneladas del pasado año, una caída del 1,1%. La facturación sí que creció, concretamente un 11% ya que las lonja ingresaron 5,5 millones de euros, mientras que en 2018 se habían generado 4,9 millones de euros. Los datos, sin embargo, son peores en las lonjas de la provincia de Pontevedra: la caída en las descargas es de un 11% (486.288 kilos) y en el valor de un 4% (596.875 euros).

Tanto el cerco, para el que el jurel se convirtió en su especie "salvavidas" (porque es casi la única que pueden pescar de forma continua), como el arrastre coinciden en que la campaña de jurel no es abundante, sobre todo en comparación con otros ejercicios. "Hasta ahora está siendo un año muy flojo de capturas", lamenta el representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García. El secretario xeral de la Organización de Productores PescaGalicia-Arpega-O Barco (OPP-31), Torcuato Teixeira, sostiene que sí entra jurel, pero no en las mismas cantidades que lo hacía antes. "Llevamos casi tres años en los que no hay abundancia de la especie, sobre todo en la zona VIIIc -del golfo de Vizcaya a Fisterra-", puntualiza Teixeira.