Sociedad Anónima Eduardo Vieira (Vieirasa) se recupera con cierto brío de los concursos de acreedores que afectaron a su matriz, primero, y a la filial argentina, después. Una subsidiaria, esta última, que llegó a estar bajo la amenaza de un procedimiento expropiatorio a cargo del Gobierno de la provincia de Santa Cruz. Los acuerdos con la patagónica Newsan y la coreana Arpepa (en ambos casos, en el país sudamericano); los buenos registros de actividad en Senegal; la validación de los convenios o el boom de la pesquería de gambón han permitido a la compañía dirigida por Eduardo Vieira centrarse en el incremento de los márgenes. Y crecer. La sociedad ha incorporado dos nuevos buques, un arrastrero congelador y un fresquero, con los que ganará capacidad extractiva en el caladero africano. El primero partirá hacia Dakar (Senegal) la próxima semana, como confirmó a FARO el administrador único del histórico grupo pesquero vigués.
Se trata del Praia da Marosa, adquirido a finales del año pasado a un armador de Burela. Construido en 2003 por el astillero que Armón tiene en la localidad lucense, dispone de 31 metros de eslora y una capacidad de 291 GT. Los marinos se refieren a este buque como una de las mejores unidades que operaban en el Cantábrico noroccidental, tanto por su diseño como por el equipamiento. Acaba de ser reformado con trabajos de, entre otras auxiliares, la viguesa Progener (especializada en sistemas de propulsión, de Grupo Emenasa). Vieirasa ya cuenta en Senegal (filial Senevisa) con una flota compuesta por seis congeladores -con capacidad de pescar 8.000 toneladas al año- y otro fresquero. Ha sido la buena actividad del grupo en este país el que se ha mantenido al margen de cualquier problema concursal, con buenos resultados y capacidad para dotar al holding de financiación.
También con una planta de procesado, Amerger, que exporta pescado fresco (salmonete, lenguado, choco), elaborados y reprocesados. En 2017, último ejercicio del que se disponen cuentas consolidadas, Vieirasa invirtió más de medio millón de euros en estas instalaciones, sobre todo para la incorporación de nueva maquinaria. El senegalés es uno de los principales mercados de aprovisionamiento de cefalópodos para las plantas de procesado instaladas en Galicia, así como de especies pelágicas y demersales. El pasado ejercicio la comunidad importó más de 2.700 toneladas de moluscos y otras 8.450 de distintos tipos de pescado congelado; se duplicaron, además, las compras de langostino salvaje. Además de Vieirasa, Grupo Pereira (con Soperka, con cuatro buques y planta propia) o Grupo Profand (Senefand) operan también en el país africano, limítrofe con Mauritania (norte) y Guinea Bisáu (sur). Dakar es, de hecho, uno de los puertos de mayor impronta entre los marineros que probaron suerte en este continente.
Desde la validación de los concursos de la matriz y Vieira Argentina -y a pesar de mantener como prioridad el "estricto cumplimiento" de los planes de pago-, el grupo ha mejorado sustancialmente sus números. En 2017, por ejemplo, incrementó un 35% su cifra de negocios, hasta un volumen consolidado de 55 millones. Eso sí, queda lejos de los valores previos a la crisis -interna y externa-, y antes por tanto de haberse desprendido de la subsidiaria namibia Cadilu Fishing (ahora de Grupo Iberconsa) y Perú (de Marfrío). Después de impuestos, Vieirasa contabilizó un resultado neto de 1,2 millones de euros, frente a los 523.000 euros del ejercicio precedente. Entre otras iniciativas, y a fin de elevar el valor añadido del langostino patagónico, Vieira Argentina suscribió un acuerdo con Arbumasa (ex de la española Amasúa, ahora controlada por la china Grupo Dalian Huafeng Aquatic Products) para el procesado en tierra de este producto.
