La lonja de O Berbés ha vendido en lo que va de año 36.000 kilos de atún rojo. En todo el año pasado, las ventas de fresco de esta especie fueron cero. El boom que vive la especie se debe a que la mejora de la pesquería ha abierto las capturas para el palangre que habitualmente vende en la ciudad olívica. Sin embargo, por el momento los que principalmente está aprovechando los réditos que deja este atún es la flota lusa. En el país vecino los palangreros disponen de más cupo que los españoles y la flota gallega se ha hartado: reclaman por segunda vez un aumento para poder aprovechar el tirón de la especie. Al menos, necesitan unas 50 toneladas para usar de cupo como pesca accesoria (es decir, que no es el objetivo pero que también llega a los anzuelos) entre todos los buques.
El pasado lunes la lonja viguesa vio como el palangrero luso Pereira e Moça descargaba 38 ejemplares, que junto a los seis de segunda venta de Hermanos Fernández Ibáñez -también capturados por barcos de Portugal- hacían un total de 44 piezas, que se vendieron a precios de entre 5,3 y 9,5 euros el kilo. La flota del país vecino puede pescar una cantidad que equivale al 5% de las capturas totales de cada marea. "Y eso que todo el país tiene solo 500 toneladas y España unas 5.500", explica Edelmiro Ulloa, gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI).
El motivo de queja es que pese a que el país tiene más cuota que Portugal la reserva realizada por parte del Ministerio de Pesca para el palangre ha sido mínima, pese a que el número de palangreros de superficie se cuentan por decenas. "Es poquísimo", recuerda Ulloa. En la instrucción firmada el 29 de abril por la Secretaría General de Pesca se estipula que cada palangrero de superficie tendrá derecho a capturar 2 piezas por marea como pesca accesoria. Eso, hasta completar las seis toneladas que corresponden al palangre.
"Entre lo de Portugal, que creo que es un poco excesivo, y lo que pasa a la flota palangrera de España, hay un término medio", indica Ulloa. A su juicio, al menos esas 50 toneladas servirían para que el sector pudiese aprovechar el buen precio que tiene el atún rojo. "Lo pedimos en su momento y ahora volvimos a recordarlo", explica.
Y es que además de ser una cantidad muy escasa y que hace que sean los buques lusos los que protagonicen las ventas en O Berbés, desde Vigo también recuerdan que a la flota artesanal Canaria "sí se les concedieron 700 toneladas". "Nosotros estamos contentos porque se abrió la opción de la pesca accesoria, algo que veníamos reclamando desde hace mucho tiempo, pero lo que hay no da para nada", sentencia el gerente adjunto de ARVI.
Los 36.000 kilos de atún rojo fresco vendidos en la lonja de Vigo alcanzaron un valor de casi 290.000 euros. Según los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca (dependiente de la Consellería do Mar), el precio medio de la especie es de 8 euros el kilo, aunque alcanzó un máximo de 11,4 euros.
Entre las últimas piezas que se vendieron en Vigo, una de casi 400 kilos (399 concretamente) centró la ya de por sí atenta mirada de los habituales de la lonja ante el atún rojo que lleva más de mes y medio haciendo acto de presencia. Y es que lo habitual es ver ejemplares de entre 100 y 200 kilos y rara vez alcanzan estos tamaños.
