El episodio tóxico primaveral que comenzaba a principios de marzo no ha hecho más que consolidarse. Tanto es así que actualmente permanecen cerrados 36 polígonos bateeiros distribuidos por toda Galicia.

Son las toxinas lipofílicas, entre las que predominan las del género diarreico (DSP), las que protagonizan esta "veda" natural que impide la extracción de mejillón. A media tarde de ayer estaban cerrados siete de cada diez polígonos bateeiros, entre ellos los ocho existentes en la ría de Pontevedra y los doce que se distribuyen por la de Vigo.