El pasado febrero se celebró el último juicio que tenía pendiente la asociación de exmarinos en Noruega, Long Hope, con la Administración del país nórdico por la reclamación que hacen los extrabajadores españoles (8.000 de los 12.000 afectados son gallegos) del pago de sus pensiones. La asociación recibió la sentencia de la Audiencia Nacional, en la que el fallo iba en contra de su posición, por lo que el lunes presentaron un recurso al Supremo noruego.

Los exmarinos se respaldan en una serie de argumentos que demuestran que la situación debe dar un giro. "La sentencia del tribunal de apelación es un claro ejemplo de interpretación sesgada e interesada del Derecho", asegura el profesor Xosé M. Carril. Los argumentos empleados por este tribunal son tres: que no hay expectativas legítimas de conseguir prestaciones de seguridad social en Noruega, que no existe una situación comparable relevante y que el país nórdico trató diferente a los marinos españoles porque tiene un amplio margen de apreciación para ello.