La flota arrastrera gallega que faena en Mauritania ha agotado la escasa cuota de merluza de la que disponían para todo el año. Los buques, principalmente de Marín y que se dedican a la captura de especies demersales, se ven ahora contra la espada y la pared al no haber disponibles otros acuerdos de la Unión Europea en estos momentos, ya que tres de ellos (Marruecos, Guinea-Bisáu y Gambia) se encuentran en período de tramitación y el de Senegal ya tiene cubiertas las dos licencias disponibles. Para solventar la papeleta, la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) ha logrado la cesión de 5.000 toneladas de especies pelágicas por parte de Reino Unido para faenar principalmente jurel en el mismo caladero, al mismo tiempo que pelea por conseguir más cupos de merluza.

La flota de Anacef reinó en Mauritania con una flota que superaba la veintena de buques. Allí capturaban cefalópodos hasta que el país africano entendió que no había hueco para buques extranjeros que se dedicaran a esa pesquería. Su expulsión en 2012 supuso un duro golpe que se llevó por delante (en forma de desguaces y de alguna exportación) un buen número de buques. Ahora los 16 restantes sobreviven "reconvertidos" para la pesca de merluza y otras especies demersales y, cuando pueden, algún cefalópodo como pesca accesoria. En la actualidad siete de ellos aprovechan licencias privadas en países como Angola (3) y Guinea (4), mientras que otro buque está parado en Vigo y tres más pescan en aguas internacionales en el Atlántico Sudoccidental.

En el caso de Mauritania tres buques estaban trabajando en la zona cuando se agotaron las 3.500 toneladas de merluza de las que disponen (sumadas a 1.450 de calamar y otras 600 de sepia como especies secundarias). Teniendo en cuenta que las más de 2.000 toneladas de cefalópodos son prácticamente imposibles de capturar debido a "las medidas técnicas en vigor en materia de zonificación" (como alertaron el año pasado los científicos que evaluaron el acuerdo pesquero), los barcos precisaban de más cuota.

Así, aprovechando la normativa comunitaria que posibilita el movimiento de cupos entre asociaciones de otros estados miembro que aprovechan acuerdos pesqueros con países terceros, España -a petición de Anacef- solicitó una cesión a Reino Unido. La asociación recibió esta semana el ok por parte de Madrid y dispondrán de 5.000 toneladas de especies pelágicas. La principal especie que capturarán es el jurel y no tanto la sardinella que tanto abunda en el caladero.

Por otro lado, desde Anacef esperan que las reuniones para renovar el acuerdo pesquero con Mauritania comiencen "a finales de mayo", para que así no suceda como con el de Guinea-Bisáu, que expiró antes de llegar a un pacto y la flota tuvo que abandonar el país.

Precisamente la falta de puesta en vigor del acuerdo con Bisáu es lo que más problemas da a la flota, ya que dispone de suficientes licencias para casi todos (llegaron a estar 15 arrastreros en aguas del país). "No esperamos que esté listo hasta el 1 de junio", comentan