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Pesca de litoral en Galicia

El cerco gallego y el luso se unen para pedir 3.400 toneladas más de sardina para este año

- Solicitan una reunión con los gobiernos de ambos países antes de la publicación del plan - Entienden que los datos de los científicos avalan aumentar el tope a 15.425 toneladas

Miguel G. Montero

Los cerqueros gallegos se han movilizado para intentar "salvar la pesquería de sardina" de 2019. Con la veda activa desde los primeros días de septiembre del año pasado, la flota ha movido ficha y ha unido sus peticiones a las de sus homólogos en Portugal, con los que comparten la campaña cada año. Tras una cita el pasado 8 de febrero en Viana do Castelo, la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) y la lusa Anopcerco han acordado reclamar un tope de capturas de 15.425 toneladas, o lo que es lo mismo, 3.400 más que las disponibles entre mayo y octubre del año pasado.

Acerga -que desde hace unos meses es la OPP-82 Acerga- fue elegida como representante de todo el cerco gallego para esta negociación durante una de las últimas comisiones sectoriales del Consello Galego de Pesca. En ella "se aprobó por unanimidad aceptar y apoyar" los acuerdos a los que llegaron lusos y gallegos en Viana do Castelo y que se basan principalmente en dos puntos: por un lado, aumentar el tope de capturas y, por otro, realizar un encuentro conjunto entre los gobiernos de ambos países y el sector español y luso para "consolidad toda la estrategia ibérica para esta pesquería de enorme importancia económica y social".

"Creemos que la cifra es la adecuada basándonos en los datos que recogieron los científicos en noviembre del año pasado en toda la costa atlántica", explica Andrés García. Tanto para el portavoz de Acerga como para los responsables de Anopcerco, la biomasa de sardina invirtió la tendencia descendente que mantenía hasta 2015 y que para este año los científicos señalan que si se extienden las capturas hasta 19.970 toneladas la biomasa de la sardina seguirá creciendo. "No estamos de acuerdo en que haya esta escasez si no hay necesidad", comenta García.

Así, la propuesta de lusos y gallegos pasa por asumir que la biomasa de individuos de un año de edad o superior es de 154.254 toneladas, tal y como recogen los científicos, y aplicar una definición de "mortalidad por pesca de precaución" del 10%, lo que daría como resultado el tope de 15.425 toneladas. De igual forma, estiman que la próxima evaluación final de las posibilidades de pesca se puede realizar el próximo julio. Así, hasta entonces ven conveniente una división de la campaña que deje 10.000 toneladas en total para la primera mitad. "El cerco gallego está absolutamente de acuerdo en esto", comenta García, portavoz de la asociación mayoritaria (con un 70% del total de este segmento de flota).

Desde Acerga ya han realizado la solicitud de reunión a la Secretaría General de Pesca para una cita clave para el futuro de la pesquería de sardina ibérica. Sin embargo, en la respuesta el departamento que dirige la gallega Alicia Villauriz señala que están esperando a los últimos informes científicos. "Dicen que nos llamarán para consultar, pero no si nos vamos a reunir", lamenta Andrés García. Mientras, el tiempo corre en contra de la flota. En 2018 la pesquería abrió el 1 de mayo, un año en el que se registraron las peores descargas en cantidad (2.485 toneladas) y valor (4,8 millones de euros). El cerco no quiere que se repitan.

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